Después de Black Mirror: Bandersnatch, la película interactiva que sacó Netflix hace unos meses, creo que todo el mundo tenía ganas de ver qué iban a hacer esta vez en la temporada 5 de Black Mirror.
La primera sorpresa es ver que ya no son diez capítulos: ahora vuelven a ser tres. Pero, ¿qué es mejor: tres capítulos muy buenos o diez decentes? Esto es lo primero que pensé al ver que habían reducido la dosis de Black Mirror.
Lo cierto es que, a pesar de ser sólo tres, la temporada 5 de Black Mirror no está a la altura de las anteriores. No es que sean malos capítulos – más bien son bastante buenos – pero parece que no tengan la esencia que a todos nos gustaba de la serie.
A pesar de lo que cuentan no dejan con la sensación agridulce que sí dejaban la mayoría de capítulos de esta serie. Y es una pena, porque era precisamente esa sensación la que nos gustaba de Black Mirror.
Dejando esto a un lado, lo cierto es que son tres capítulos bastante entretenidos y de muy buena calidad. Es una versión soft de Black Mirror, pero se sigue notando la cantidad de trabajo que hay detrás de la serie.
Por eso, voy a analizar los tres capítulos en profundidad: ¿Cuál es el mejor capítulo de la temporada 5 de Black Mirror?
Striking Vipers
Quizás uno de los capítulos más extravagantes que he visto de Black Mirror, pero es interesante todo lo que muestra. Es curioso que la serie nos plantee nuevas formas de descubrir la sexualidad, sobre todo el qué pasaría si el sexo con realidad virtual llegase a resultarnos mejor que el de verdad.
Pero admito que me ha dejado con sentimientos encontrado. Por un lado me encanta el final, el que finalmente decidan abrir un poco más su relación para sentirse satisfechos sexualmente, pero hay algo a lo que no paro de darle vueltas…
¿Por qué si en la vida real Danny (Anthony Mackie) y Karl (Yahya Abdul-Mateen II) son dos hombres y en el videojuego son un hombre y una mujer? Por una parte pienso que quizás intentaban mostrar un amor sin barreras de género, pero también me pregunto si hay algún motivo para que en el videojuego no fuesen dos hombres.
¿No estaba preparado Black Mirror para mostrarnos escenas de sexo homosexuales o realmente quería que su mensaje fuese más hacia la perspectiva de género?
No debemos olvidar que Black Mirror no es que haya sido muy abierta en lo que a LGBTI+ se refiere. De todas sus temporadas sólo un capítulo muestra otro tipo de amor, San Junipero, mientras que el resto entran dentro de la heteronormatividad. ¿Qué habría pasado si en el videojuego fuesen dos hombres? ¿El mensaje sería el mismo, menos potente o incluso más potente?
Añicos
Sin duda este ha sido mi capítulo favorito. Aunque es un poco enrevesado, ha sabido mantener la intriga hasta el final, llevarnos por ese secuestro como ha querido hasta darnos en la cara con su mensaje principal: lo enganchados que estamos a las redes sociales.
Añicos no sólo nos habla del enganche que tiene la sociedad hacia las redes, también nos muestra lo poderosas que son las empresas que nos controlan. Tienen toda nuestra información, son poderosas, e incluso pueden resolver las cosas mucho más rápido que la policía.
Sin duda, la que más esencia a lo Black Mirror tiene de toda esta temporada.
Rachel, Jack y Ashley Too
Un capítulo divertido y entretenido que recuerda a una aventura adolescente, como si volviésemos de nuevo a tener quince años y literalmente estuviésemos viendo Hannah Montana pero un poco menos suave.
Parece incluso que sea una muestra del propio cambio que vivió Miley Cyrus, cuando dejó atrás su imagen de chica Disney y se convirtió en la cantante que es hoy en día.
Este capítulo hace una crítica hacia la industria musical y lo envuelve en un género adolescente que curiosamente le pega bien. Aunque no es de los mejores de la temporada 5 de Black Mirror, sí es de los más amenos.
