
Siento que este año están acabando muchas series que llevaba siguiendo con ganas desde hace ya tiempo, pero sin duda lo que más me cuesta es despedirme de Broad City.
La temporada 5 de Broad City es un adiós, cerrar un capítulo para empezar uno nuevo desde cero. Y no puedo evitar sentirme como Ilana (Ilana Glazer) al enterarse que Abbi (Abbi Jacobson) se va a Colorado, porque yo hubiese aguantado viendo la serie otras cinco temporadas más.
Adiós a una de las mejores comedias: Broad City
Broad City entra sin dudas entre mis series favoritas. Su humor desenfadado, sus constantes conversaciones sobre la sociedad actual y el cómo es vivir en Nueva York hacen un reflejo perfecto de lo que representa ese paso entre la alocada juventud y pasar a la edad adulta.
Pero si algo ha cambiado entre las anteriores temporadas de Broad City y esta última es precisamente la evolución que han vivido Ilana y Abbi en la temporada 5 de Broad City.
Mientras en las anteriores veíamos a esas chicas que disfrutaban de su juventud al máximo, que querían comerse Nueva York a bocados y vivían aventuras a cada instante, aquí podemos ver cómo su mentalidad va cambiando en los últimos capítulos; esto se nota especialmente en Abbi.
De repente hay un parón, un «ya no puedo seguir así, es hora de hacer un cambio en mi vida», y se nota que eso es precisamente el reflejo de lo que sentían las creadoras de la serie, Abbi e Ilana.
No hay que olvidar que empezaron con Broad City mucho antes, cuando todavía era una videoserie sin pretensiones. Son casi diez años los que realmente han estado trabajando en esto, y es normal que ambas quieran empezar nuevos proyectos y despedirse con cariño de una serie que les ha acompañado durante tanto tiempo.
La temporada 5 de Broad City está llena de cambios, de evoluciones, de saltar a la piscina pase lo que pase. Desde Ilana rompiendo con Lincoln (Hannibal Buress) por no tener los mismos objetivos – en una ruptura de lo más bonita y poco tóxica – hasta Abby empezando su primera relación lésbica, todo lo que transmite esta temporada es precisamente la necesidad de avanzar y no estancarse.
Obviamente esto sigue aderezado de ese humor tan a lo Broad City, que hace críticas sociales entre risa y risa, y que consigue hacernos creer que la situación más descabellada de todas incluso puede ser posible.
Aunque quizás no ha dejado tantos momentos míticos como las temporadas anteriores – sobre todo porque estaba centrada en darnos ese mensaje de despedida -, la serie ha sabido mostrar lo bien que se le da hacer humor hasta el final.
Sin duda de lo mejor de esta temporada ha sido ver a Ilana haciendo negocios de la nada a base de Bitcoins y a Abbi empapelando Nueva York con un cartel nada acertado que harán que se piense que está desaparecida.
Voy a echar mucho de menos Broad City, porque es de esas series que te alegran el día con cada capítulo. Eso sí, ha dejado 5 temporadas con una calidad impecable para el recuerdo.