
Me encantan las películas de animación, pero tengo un problema: cuando veo de qué es capaz el género, contando una historia que entretenga tanto a adultos como a niños a pesar de catalogarse de infantil, me fastidia ver cómo no dan más de sí para centrarse en hacer una película simple que sólo satisfaga a los pequeños.
Abominable podría haber sido mucho más, pero se queda en una historia que peca de sencilla y entretiene, pero sólo a veces.
Análisis de la película Abominable
Yi acaba de perder a su padre. Obsesionada en hacer el viaje por China que habían planeado juntos, se cruzará por su camino un pequeño yeti de nombre Everest. Es entonces cuando empezará su aventura para devolver a la misteriosa criatura a la montaña.
Con esta premisa se podrían haber hecho muchas cosas, pero es que parece que a Abominable no le importa. Puedo aceptar los momentos excesivamente fantásticos, pero es que al film parece que no le molesta crear agujeros de guión enormes, porque realmente no importa.
Y por eso las personalidades de los personajes cambian de forma drástica sin tener sentido, sólo porque así lo pide el guión aunque la trama no esté hecha para ello.
Pero es que incluso podremos encontrarnos a los protagonistas en el Himalaya en pantalón y camiseta corta. Da igual que estén a kilómetros de altura, que tardan bastante en dar una pequeña muestra de que están pasando frío.
Esto sin dejar de lado que la historia es una aventura por China, uno de los países más grandes del mundo… y que los protagonistas se la recorren prácticamente entera en unos días.
Me da mucha rabia que cosas tan obvias se pasen por alto, porque lo único que consiguen es entorpecer una historia que ya de por si no tiene mucho que aportar.
El toque excesivamente infantil y estos agujeros de guión entorpecen a una trama que intenta acudir al plano sentimental sin conseguirlo realmente. Estamos ante una película que realmente parece que quiera usar al yeti como excusa para hablar de la superación de una muerte cercana, pero realmente no es lo que transmite.
Todo esto se pierde en un vacío, en escenas simplonas y momentos que no aportan nada, haciendo que cuando llegan los momentos más intensos se pierdan entre todo lo demás.
Pero no todo es malo en Abominable, aunque pueda parecerlo. Lo cierto es que a nivel técnico está muy bien, con planos muy bonitos que dejan con la boca abierta. Otra cosa no, pero lo que sí consigue el film es que te den ganas de viajar a China.
Lo mejor de Abominable son sus paisajes, y es lo que consigue salvar a la película de ser un fallo absoluto. Se nota que hay buenas manos detrás que han mimado esos planos para transportar la historia a China.
En resumen, una película que entretiene a medias y que puede satisfacer a los más pequeños, pero que se pierde en muchas partes cuando podría haber sido un film mil veces mejor.