
Por fin ha llegado el ansiado final de Como conocí a vuestra madre y las críticas no se han hecho esperar. Aunque las opiniones son muy variadas, los desilusionados son bastantes; demasiado ruido sobre quién era la madre para un final bastante descafeinado.
Yo me encuentro entre esos muchos, pero aún así me ahorraré la típica crítica repleta de spoilers que descuartice el final y quite las ganas de verlo a todos aquellos que aún no lo han disfrutado.
Adiós a Cómo conocí a vuestra madre
Puede que la serie haya perdido fuelle, que ya solo sea un reflejo de lo que fue en sus comienzos y que los grandes momentos hayan ido escaseando mientras se acercaba el final (aunque esto no significa que no los haya habido) pero por esa razón no voy a destinar esta parte al final de la serie, sino a todos esos momentos míticos que han acompañado durante nueve años a tantas personas y que son recuerdos inolvidables, que forman parte de mi adolescencia, cada vez más lejana.
Los dobles
La historia de cómo Marshall y Lily prometen que no tendrán un hijo hasta encontrar a cada uno de los dobles o doppelganger del grupo fue una de las anécdotas que dio más guerra. Costó lo suyo, pero finalmente los encontraron a todos: la Robin lesbiana, el Marshall con bigote, Lily la stripper, Ted el boxeador y Barney el ginecólogo.
Las intervenciones
Una de las otras cosas más conocidas del grupo son las famosas intervenciones, realizadas cada vez que creían necesario parar algo que hacía alguno de sus amigos y donde todos daban un discurso mostrando las razones por las que debería dejar de hacerlo, como Lily intentando poner acento inglés o Barney haciendo trucos de magia que acababan en incendios.
Las bofetadas
La apuesta fallida de Barney se convirtió en uno de los muchos gags de la serie. Cómo fue atormentado por Marshall durante estos años hasta el final de la serie ha sido quizás una de las cosas que la ha mantenido viva.
Let’s go to the mall
El pasado de Robin como la cantante adolescente Robin Sparkles es una de las constantes bromas del grupo, sobre todo con la primera de todas, «Let’s go to the mall».
The playbook y The bro code
Los libros escritos por Barney Stinson sobre sus técnicas de ligues y el código de amigos son a día de hoy una de sus mayores señas de identidad, tanto suyas como de la propia serie. Hasta pueden comprarse realmente.
Las frases míticas
En general, la mayoría de las frases que han pasado a la historia de la serie pertenecen a Barney (High five, challenge accepted, legen…wait for it… dary), pero también los demás han aportado su granito de arena como Ted Mosby censurando a sus hijos los momentos donde está fumando marihuana diciendo que se está «tomando un bocadillo».
Los trajes de Barney
Algo indispensable de Barney es verlo sin traje, una parte fundamental suya junto con sus frases y sus libros, algo que si no tuviese no sería el legendario Barney Stinson. Como dice en la canción: Nothing suits me like a suit.
La calabaza putilla
Esa misteriosa chica que Ted conoció un Halloween hace ya mucho tiempo y por la que lleva el mismo traje cada año ya ha pasado a ser uno de los mayores hitos de la serie. Finalmente consiguió encontrarla, aunque no les fue especialmente bien.
El curriculum vitae de Barney
Aunque el trabajo de Barney fue uno de los misterios más bien guardados hasta el final (igual que el nombre de la mujer de Ted), mucho antes conocimos el video curriculum de Barney, igual de asombroso que el mismo.
Los momentos apasionados de Ted
Como todos bien sabemos, Ted es un romántico capaz de darlo todo cada vez que se enamora, y lo hemos podido comprobar en varias ocasiones. Robó un trombón azul por Robin y hasta bailó la danza de la lluvia en uno de sus momentos más alocados, aún así el momento más romántico quizás sea su cita de dos minutos con Estella.
Esto son solo algunos de los muchos momentos que tiene la serie, aunque me vienen a la mente muchísimos más: la ley limón, beercules, la misteriosa piña, el cucaratón…
Quizás no sea la mejor serie que se haya creado, es verdad que se ha ido desgastando con el tiempo, pero es parte de muchos de nosotros y sus enseñanzas quizás me han ayudado un poco a ser como soy hoy. Me enseñaron que nada bueno ocurre después de las dos de la mañana, que los milagros existen, que las personas más importantes de tu vida son aquellas con las que te imaginas sentadas en un porche de mayor, que debemos luchar hasta el final por lo que queremos y que el amor para toda la vida no es perfecto pero existe, tal y como Marshall y Lily nos muestran en su día a día.
Ha sido un camino largo, los finales a veces defraudan, pero lo importante no ha sido como acaba todo, sino el viaje hasta llegar a el. Y por todas estas enseñanzas, por todos esos momentos de risas, de lloros, por haber formado parte de mi vida, gracias.
Grande!
Es muy cierto que la serie ha ido perdiendo energía y a partir de la quinta temporada la cosa va decayendo pero, en conjunto, sigue siendo una gran serie que cuenta con momentos únicos y legendarios (me ahorro la típica bromilla) y con unos personajes entrañables hasta la médula.
Un saludo!