
Cada vez que me meto a Netflix, me sale la misma película recomendada: Agencia Secreta de Control Mágico. Al final, por mucho que no terminase de llamarme la atención, acabé dándole una oportunidad.
Y lo cierto es que es tal y como me esperaba, aunque una parte de mi tenía ganas de que me acabase sorprendiendo para bien. No ha sido así, pero por lo menos me ha entretenido, que es su objetivo principal.
Mi opinión sobre Agencia Secreta de Control Mágico
Agencia Secreta de Control Mágico cuenta la historia de un mundo mágico donde los seres con poderes tienen que estar controlados por una agencia levemente «secreta» que se encarga de su gestión.
Cuando desaparece el rey de forma misteriosa, la agencia llamará a su mejor agente, Gretel, para averiguar su paradero. Pero, al no conseguirlo, la agente tendrá que recurrir a su hermano, con el que lleva mucho sin hablar y que es totalmente diferente a ella: Hansel.
De esta forma comienza una aventura que se basa en los cuentos de los hermanos Grimm para contarnos una aventura donde muchos de los sucesos y personajes son sacados precisamente de sus historias.
Por eso veremos a la dama del lago, comida que habla y similares, porque todo se basa en el mundo mágico de estos cuentos.
El problema principal de Agencia Secreta de Control Mágico son dos cosas en concreto: el estilo de animación y la trama en sí. Esto es lo que hace que pase de ser un film bastante interesante a ser levemente entretenido.
Por un lado, la animación me ha causado sentimientos encontrados. Mientras que a momentos el estilo me gustaba, sobre todo el desarrollo de los personajes, había otros que parecían bastante a medias.
El estilo es simplón – sin obviar que la animación siempre lleva mucho trabajo y eso es algo muy loable -, y eso es algo que juega en su contra.
Además, algo que me ha resultado hastiante es que no podía evitar sentir que el film se centraba de más en escenas que sobraban. Nos encontramos muchos momentos que se alargan de más, con escenas que lo que buscan es que nos fijemos en los detalles del film.
El problema es que estas escenas sobran, y al final lo que hacen es recargar de más una película que no necesitaba de esto.
A esto se le junta que en general la trama no tiene mucho que ofrecer. Es un film sin más, que peca de infantil en exceso y al que le falta un poco más de arriesgarse.
Si hubiesen ido un paso más allá, sin miedo a meter la pata, lo más probable es que nos encontrásemos con una película mucho mejor de lo que es realmente.
Aun así, para pasar el rato está bastante bien. No deja de ser un film interesante que sirve para entretener, por lo que tampoco es mala opción para poner de fondo.
Eso sí, tengo que admitir que me esperaba que me fuese a gustar más, pero se ha convertido en un film que seguramente olvidaré fácilmente.