
Aggretsuko es de esas series que da igual cuánto tiempo pase, siempre te alegras de que hayan sacado nuevos capítulos. Amena y divertida, en cuanto vi que habían sacado la temporada 2 de Aggretsuko abrí Netflix y la devoré en unas horas.
Pero, ¿está realmente la temporada 2 de Aggretsuko a la altura de las expectativas? Lo cierto es que en algunos aspectos sí, pero en otros no. Sigue siendo igual de divertida, igual de amena, pero lo cierto es que esta temporada ha bajado un poco el nivel -¡sólo un poco!.
Análisis sobre la temporada 2 de Aggretsuko
Supongo que es que ha perdido el factor sorpresa, o que realmente Retsuko no ha visitado tanto el karaoke como nos gustaría, pero no me he enganchado tanto como me hubiese gustado.
En esta temporada vemos a una Retsuko que ya está menos quemada con su trabajo, por lo que esta vez es el turno de tocar profundamente otra parte de su vida: las relaciones personales.
La temporada 2 de Aggretsuko nos llevará de la mano por las citas que vive su protagonista, mientras surge el amor de forma inesperada cuando no lo estaba buscando.
El problema es que me escama ese choque entre lo tradicional y lo moderno que vive Retsuko. Al final no deja de ser un personaje que está empeñado en casarse, pero en la primera temporada la boda era más una excusa para escapar de su vida laboral que un deseo en sí…
Pero ahora todo cambia, porque se da cuenta de que su objetivo es realmente casarse y tener hijos.
Y supongo que esa mentalidad más tradicional choca con mi forma de ver el mundo y me hace no entender a Retsuko en algunas de sus decisiones, pero admito que al final no deja de ser algo que me afecta sobre todo desde mi perspectiva personal.
Eso sí, que esta vez no hayamos visto a la Retsuko quemada a la que ya nos habían acostumbrado creo que ha sido lo que más ha fallado.
Porque Aggretsuko gustaba por cómo plasmaba la vida laboral más que por su vida en sí y, aunque su vida laboral sigue jugando un papel importante, esta vez ha quedado relegada a un segundo plano por ese nuevo amor que ocupa la vida de la protagonista.
Aun así no os equivoquéis: sigo disfrutando por completo de cada capítulo de Retsuko. Es una serie llena de humor, con un personaje con el que es fácil empatizar y con momentos que plasman desde la comedia lo que supone trabajar en una oficina.
Admito que incluso me ha llegado a agobiar el nuevo compañero de oficina de Retsuko; aunque vive rodeada de cotillas, machistas y gente paternalista, ese nuevo compañero ha sido la guinda del pastel.
Las partes con el nuevo compañero incluso me han puesto tan nerviosa que lo único que quería es que acabasen de una vez. Y ni os imagináis el alivio que me dio ver que todo se solucionaba.
Supongo que al final la serie consigue que nos metamos por completo en la piel de Retsuko siendo acosada incluso cuando la temporada no se centra tanto en la vida laboral.
En fin, ahora sólo queda ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Aggretsuko sigue siendo una serie que me encanta, pero me gustaría ver una evolución más notable de la protagonista en las siguientes temporadas.