Admitámoslo: American Gods no es una serie que sea fácil de digerir. Es de esas cosas que o te gustan o no te gustan, como echarle wasabi al sushi vaya. Aun así, como buena fan de Neil Gailman que soy me he tragado los capítulos por completo, y esto es lo que tengo que decir sobre la temporada 2 de American Gods.
¿Es mejor la segunda temporada de American Gods?
Mientras que en la primera nos encontrábamos con una serie que exploraba y exploraba para encontrarse a sí misma, con un estilo extraño que, si no conoces la historia de antes, puede ser un poco difícil de seguir, en esta nos encontramos una historia más asentada.
La temporada 2 de American Gods parece que ya sabe lo que quiere ser, y sabe mejor cómo mostrarse al público. O quizás es que ya nos hemos acostumbrado a sus extravagancias, ya empezamos a entender el mundo que se nos muestra, y por eso no se hace tan complicado seguir el hilo.
En esta segunda parte veremos cómo continua la guerra entre los antiguos dioses y los nuevos, conoceremos más a fondo el origen de Sombra Moon (Ricky Whittle) y de muchos de los dioses que salen; e incluso veremos cómo evolucionan algunos de estos a sus nuevas versiones.
Un ejemplo de esto es Media. Mientras en la primera tenía un estilo clásico y muy televisivo, aquí se ha convertido en la reina de las redes y los emojis. Admito que estaba encandilada de su primera versión, interpretada por Gillian Anderson, pero esta nueva versión de Kahyun Kim resulta tan creíble que no se hace raro pasar de una a otra.
Esa es una de las mejores cualidades de American Gods: su capacidad de reinventarse. Han cogido una historia que ya de por sí está muy bien plasmada y le han sabido dar su esencia por completo. Y todo esto sabiendo mantener el alma que insufló Neil Gailman a toda esta trama.
Lo cierto es que la temporada 2 de American Gods me ha gustado bastante más. No sé si es porque ya sabía lo que me esperaba, pero la primera temporada no me dejó la misma sensación que esta.
Lo que está claro es que han sabido plasmar muy bien lo que representa el libro de American Gods, y encima lo han aderezado con un elenco de actores de mucha calidad y de lo más variopinto.
De todos ellos me sigo quedando con Laura Moon (Emily Browning), la esposa muerta de Sombra. Me gusta que se haya vuelto mucho más relevante en la serie, y seguir sus pasos por su aventura entre el mundo de los vivos y los muertos es muy interesante.
Admito que American Gods no es de mis series favoritas, pero con esta segunda temporada han hecho que, cuando salga la tercera, la pille con más ganas. Han sabido afianzarse, y más en una historia tan compleja como la que adaptan, y todo esto sin perder de fondo el qué representa esta guerra entre los dioses antiguos y los nuevos.
Ahora sólo queda esperar ver cómo continúa una serie que lucha con uñas y dientes por demostrar todo lo que puede ofrecernos.
