
Estoy enamorado de Animal Crossing: New Horizons. Siendo mi última experiencia con la saga su entrega para DS, Wild World (que he declarado como mejor juego de 2018), estaba esperando con ansias el día 20 de Marzo para que mi descarga digital fuera activada, subirme a un celeste hidroavión y marcharme de los problemas que pudieran estar acechándome a la vuelta de la esquina.
Llegas a la isla, te describes y os ponéis manos a la obra con los primeros preparativos.
Para convertir la isla desierta en una no tan desierta eliges dónde colocarás tu tienda y la de tus dos compañeros. Esta es la diferencia clave a la hora de entender que el Animal Crossing: New Horizons no es el AC de papá y mamá. Tú eliges cómo se irá desarrollando urbanísticamente la isla. Y aquí comenzaron mis preocupaciones.
Otro de los cambios principales es la durabilidad de las herramientas. En este caso nos encontramos con que cuando usemos la caña de pescar, la red o la hacha terminan rompiéndose. Y tendremos que fabricarnos nuevas con los recursos de la isla, o comprarlas en la tienda.
Esto hace que cuanto más hagas, más necesitarás, crea un ciclo de abastecerse y luego gastar, un paso más al de siempre. No lo veo mal de por sí, pero sin duda me parece un intento más del juego a que te quedes pegado a él. Aunque ya me había dado razones suficientes de antes.
Análisis de Animal Crossing: New Horizons
Cuanto más avanzamos en el juego descubrimos que puedes trasladar árboles de un lado a otro sin plantar nuevos y tener que esperar, que el museo y los vecinos pueden ser trasladado dónde prefieras, que podrás construir puentes y otras obras públicas para facilitar la movilidad en la isla, e incluso llegar a modificar la propia geografía de la isla. Animal Crossing: New Horizons ya no quiere que te instales en un pueblo Animal, sino que crees el tuyo propio. Con la más absoluta y completa libertad.
Esta libertad es increíble en muchos aspectos, la creatividad de cada uno es el límite a la hora de diseñar tu propia isla, e incluso si eso escasea, ya hay una comunidad gigantesca en las redes sociales enseñando sus islas de diseño.
Amplia libertad en Animal Crossing
Y quizás estos aspectos de compartir tus creaciones en redes sociales no ha tenido tanto boom en entregas anteriores como ahora, tanto por su momento en la época como por el atractivo de que Animal Crossing: New Horizons sea la primera entrega del juego en HD. Esto de verdad daría para escribir un artículo a parte, de cómo las redes sociales y la evolución de la cultura online ha afectado a este título en comparación a los demás.
Tu acabas siendo tu isla, decorada, parcelada y terraformada exactamente como tú quieres. Esto me parece maravilloso, sin embargo siento que ciertos aspectos de la casualidad que daba a los antiguos AC un toque mágico se pierda a favor de aspectos más sociales. Animal Crossing: New Horizons te propone todas las herramientas para poder avanzar en el juego con una isla personalizada y única como objetivo.
Pero todas estas construcciones son completamente diseñadas, y aunque sean dignas de un arquitecto urbanístico de primera, el sentimiento de que eres tú el que se tiene que adaptar a la vida tranquila del propio pueblo animal al que te mudas no es tanto.
Esta es una pequeña reflexión sobre cómo toda la libertad que te ofrece el juego puede terminar convirtiendo la experiencia del jugador en un artificio creado por él mismo, un secreto a voces. Por otro lado, mientras este sentimiento de naturalidad que te propone la saga se escapa, New Horizons baila con la idea del refugio personal de forma mucho más pegada.
Los desarrolladores han tomado una dirección específica, y la aprovechan en su mayor capacidad. Cuanto más avances más a gusto te encuentras en tu isla, la divides en secciones y le asignas usos, organizas, ordenas, creas hasta que la isla que crees esté todo tal y como desees. Una vez creado tu edén personal, lo enseñas a los demás y visitas los del resto.
Diseña tu isla en Animal Crossing
Cada personaje con el que te topes en la isla y sus viajes están llenos de personalidad propia, muchísimo más que en cualquier otra entrega de la saga. Junto a los personajes, los edificios como el museo, la tiendas y las casa son distinta y dignas de aprecio. Viendo los review generalizados, está claro que se trata de un juego fundamental para la tu ludoteca de Switch, justificando incluso una compra si no tienes una. Lugar sólo compartido, en mi opinión, por Breath Of The Wild.