
Lo admito: odio el personaje de Harley Quinn (Margot Robbie) que han llevado al cine. Ya lo odié en Escuadrón Suicida, y lo odié todavía más cuando vi en carnavales a cientos de personas disfrazarse de este personaje – aunque admito que yo, en su momento, me disfracé de la original de los cómics -.
Que DC llevase al cine la relación del Joker con Harley Quinn y la romantizase de tal forma que miles de personas acabasen idealizando la relación me parece algo horrible. Pero parece que DC se dio cuenta, y ahí es donde entra la película Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn).
Mi opinión sobre Aves de presa
En esta ocasión nos encontramos a una Harley Quinn que ya no va a volver con el Joker, y tiene que aprender a estar en el punto de mira de mucha gente a la que ha puteado a lo largo de los años.
Cuando un diamante, una niña, una cantante, una vengadora y una policía se crucen en su camino, será el momento de cambiar por completo el rumbo de su vida y dejar de lado una época donde sólo era la marioneta del Joker.
Dicho esto, empezaré por todo lo bueno de la película: lo cierto es que me ha entretenido bastante más de lo que me esperaba. Se hace amena y entretenida, y lo cierto es que incluso acabas cogiendo un poco de cariño a Harley Quinn y su manera de ver el mundo.
Margot Robbie sabe meterse de lleno en el papel de la villana para dar un personaje creíble que combina años de sumisión al Joker con la inteligencia que realmente tiene debajo de la locura que le ha causado su ex novio.
Todo esto se combina con una estética de lo más atractiva, con un rollo y unos colores que te meten de lleno en la trama. Encima, hay escenarios que recuerdan a muchos cómics, y en concreto a uno muy especial: La broma asesina.
Que se atrevan a contar el final en ese parque abandonado que es «posesión» del Joker es todo un acierto, y algo que crea varias escenas que son sin duda lo mejor de la película.
Dejando eso a un lado, me da mucha rabia el feminismo edulcorado que están llevando al cine últimamente y que pocas veces representa el movimiento social que realmente existe. Y Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) parece empaparse mucho de esto en ese aspecto.
Además, ¿por qué siempre que meten a un grupo de chicas que se dedican a robar, lo que están buscando juntas es un diamante? Sinceramente, el tema del diamante está trilladísimo.
Lo cierto es que me da mucha pena lo que se ha hecho con el personaje de Harley Quinn, y se nota que con esta película han intentado darle un poco la vuelta. Y se agradece, pero lo cierto es que es insuficiente.
Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) es una película que se hace amena y entretiene, pero que está completamente vacía en el fondo. Sólo hay un mensaje que se queda: cuando Harley Quinn habla de cuál es el papel del Arlequín en las historias y cómo lleva sometida a otros durante años.
Viendo lo que ha hecho DC Cómics en Joker, te das cuenta de que se pueden hacer muy buenas películas de superhéroes y villanos alejados de lo trillado. No esperaba que esto fuera la resurrección de Harley Quinn, y no lo ha sido, pero por lo menos se queda en un intento más ameno que deja mejor sabor de boca que Escuadrón Suicida.