
Lo admito:lo suelo pasar muy mal con las películas de terror. Por eso, aunque me gusten, las evito y las evito hasta que ya no hay más remedio que verlas. Y, cuanto más miedo dicen que dan, más tardaré en verla.
Por eso Babadook se ha quedado tanto tiempo en el cajón cogiendo polvo, porque esperaba mucho de esta película con la cantidad de opiniones diversas que he oído sobre ella.
Ahora que por fin me he animado a verla, tengo que admitir que no era como me esperaba. Porque no me ha dado miedo, nada de miedo… Y, es más, aunque empieza bien creo que se va desinflando conforme pasa el tiempo hasta perder todo su potencial.
¿Merece realmente la pena Babadook?
Amelia (Essie Davis) y su hijo Samuel (Noah Wiseman) viven solos tras la muerte del padre de este. Intentando compaginar su vida y la atención de un hijo que necesita de muchos cuidados, la vida de esta familia cambia por completo cuando aparece misteriosamente un libro en su casa donde se habla de un monstruo llamado Babadook.
De esta forma empieza una película donde el ritmo va in crescendo hasta llegar al final, donde vuelve a relajarse. ¿Existe o no existe Babadook? Para saberlo hay que ver la película por completo.
Empezaré por lo bueno que tiene el film: por un lado, me gustan mucho algunas escenas, sobre todo en cuanto a iluminación; la película gana precisamente a nivel técnico, creando tomas que estéticamente son muy bonitas.
A esto hay que añadirle las actuaciones de Essie Davis como Amelia y Noah Wiseman como Samuel, prácticamente los únicos personajes que copan la pantalla durante todo el largometraje. Y ambos consiguen estar de diez en sus papeles, sacando adelante esta historia y mostrando la desestructurada relación entre madre e hijo con una profundidad que ya quisieran muchas películas dramáticas.
Sin duda me quedo con el papel de Noah Wiseman haciendo de ese niño en un principio insoportable pero al que se le va cogiendo cariño con el paso del tiempo, aunque Essie Davis también está fantástica en su papel de madre que va perdiendo los papeles. De alguna forma es como si se intercambiasen los roles a lo largo del film, hasta llegar a ese final donde por fin se encuentra el equilibrio.
Y, aunque está claro que en estos aspectos gana, Babadook sobre todo pierde a nivel narrativo. Aunque al principio empieza con buen pie, poco a poco la historia va perdiendo fuelle hasta que ya incluso no causa intriga.
Pienso que parte de esta pérdida se debe a desvelar tan fácilmente que Babadook sí existe. Supongo que hubiese preferido una historia donde no sabemos muy bien qué ha pasado, donde queda en el aire hasta el final si los monstruos o demonios existen, o si sólo están en la mente humana.
Al final esto no es más que un gusto personal de cómo me hubiese gustado que acabase pero, se decanten por una cosa u otra, lo que sí puede decirse es que el film empieza mejor que como acaba. Y eso que en esos últimos minutos consigue remontar un poquito.
Una historia que no da especialmente miedo, pero que es interesante ver sobre todo por las actuaciones y la calidad visual del largometraje.