
Después de prácticamente dos años sin sacar nada, Black Mirror vuelve de golpe y casi sin avisar. Aunque intenté contenerme, he acabado por ver los seis capítulos seguidos, como os habrá pasado a muchos. Es inevitable, cada uno es mejor que el anterior.
Ya sabréis que cada capítulo es independiente, así que en esta entrada voy a hacer una mini crítica de cada uno, intentando no explayarme demasiado. Haré el mínimo de spoilers aunque, si todavía no lo habéis visto y queréis guardar la sorpresa sobre qué trata cada uno, lo mejor es que no sigáis leyendo.
Caída en picado
Este es quizás el más descafeinado de todos los capítulos de la temporada, aunque sin duda la similitud con nuestra época actual es notable. No podemos valorar los perfiles de la gente en las redes sociales, como sí ocurre aquí, pero la adicción a los likes y a la popularidad online es algo que no se puede negar.
Igual que en Caída en picado vemos todo el esfuerzo que hace Lacie (Bryce Dallas Howard) por conseguir una valoración del resto de un 4.5, también hay muchos instagrames, youtubers y demás fauna que hacen lo que sea por llegar a lo más alto y conseguir la aceptación de los demás. En conclusión, una buena sátira de la realidad actual. La pregunta es, ¿alguna vez llegaremos a este extremo?
Tengo que decir que Lacie me ha parecido muy cansina, un personaje al que tampoco se le coge especial cariño. Quizás esto es porque nos sentimos un tanto identificados con ella. En mi opinión, lo mejor es el final, cuando finalmente se quita la máscara y todas las cosas que guardaba dentro salen al fin a la luz.
Playtesting
No es de los capítulos de Black Mirror que más descuadrada me ha dejado, pero se encuentra entre los primeros. Una mezcla perfecta entre los videojuegos de terror y un toque de comedia que va desapareciendo gradualmente hasta dejarnos únicamente con la tensión.
De nuevo, muestran un reflejo de la realidad actual, pero esta vez con los videojuegos de realidad aumentada. Playtesting consigue crear tensión hasta el último segundo, cuando desencadena en un final muy a lo Black Mirror, de esos que te dejan con una rara mezcla de sentimientos contradictorios.
Cállate y baila
En mi opinión, empieza demasiado flojo. Pero se le perdona por el estupendo final que tiene, cuando se descubre totalmente el secreto que oculta Kenny (Alex Lawther). Me recuerda al capítulo de Oso blanco de la segunda temporada. Nos meten en la piel de alguien a quien están amenazando, hacen que de alguna forma sintamos empatía hacia él, para luego replantearnos desde otro punto de vista el argumento entero. Magnífico final, de los más impactantes de la temporada.
San Junipero
De mis capítulos favoritos. Os admito que por casi lloro. La historia de Kelly (Gugu Mbatha-Raw) y Yorkie (Mackenzie Davis) es preciosa. La ambientación es de las mejores, jugando con diferentes épocas y manteniendo un estilo retro que en un primer momento sorprende en una serie tan futurista como Black Mirror.
Lo mejor es cómo poco a poco vas enterándote de qué es San Junipero hasta que terminas de comprender dónde están, lo que ocurre prácticamente a la mitad del capitulo. Y aun así consiguen que tengas la intriga hasta el final, por saber cómo acabará esta historia de amor tan dramática y preciosa a la vez como la de Kelly y Yorkie.
El final, cuando suena «Heaven is a Place on Earth», te deja con una sonrisilla. Se agradecen capítulos de este estilo que, aunque también hacen pensar mucho, te dejan descansar de toda la tensión que se cuece en el resto.
La ciencia de matar
De los capítulos donde más te planteas seriamente si algo tan ficticio podría llegar a ocurrir de verdad. Con la historia de unos monstruos a los que llaman «cucarachas», nos metemos de lleno en un argumento sobre el control militar a partir de la tecnología y cómo gracias a esta se pueden crear soldados perfectos, faltos de empatía. Aunque no ha sido de mis capítulos preferidos, hay que admitir que da para una serie simplemente con la trama de la guerra, los humanos cuya genética no debe mantenerse y los militares.
No se si se habrá hecho en algún otro episodio, pero me encanta que salga la canción de 15 millones de méritos de la primera temporada. ¿Se atreverán a unir algún capítulo con otro en el futuro?
Sobre el final, admito que me ha dejado un poco descuadrada. En este sentido, creo que falta comprender un poco el pasado de Stripe (Malachi Kirby). Para mí, el romance con la chica con la que sueña cada día debería haberse extendido un poco más.
Odio nacional
Dejan uno de los mejores capítulos para el final, una historia donde se mezcla el crimen con la ética. Es una trama centrada en un futuro no demasiado lejano, lo que hace que nos metamos de lleno en la historia. De Odio nacional se pueden sacar tres cosas muy bien llevadas y que muestran de nuevo a dónde puede llevarnos nuestro comportamiento.
Por un lado, está el hecho del uso de drones con forma de abeja para polinizar. Se trata de una forma sutil, pero se sabe que estamos en un futuro donde las especies empiezan a extinguirse. ¿Para cuando un capítulo que profundice aun más en esto?
Luego está el control del gobierno, cómo espían todos nuestros actos para «controlar» los ataques terroristas y demás. De nuevo lo tocan por encima, pero dejando claro su opinión al respecto.
Pero lo más importante es la trama central, sobre cómo las redes sociales nos permiten ensañarnos con las acciones de otros y cómo, al no estar frente a esa persona y ver cómo le afectan nuestras palabras, las frases de odio hacia alguien pueden acabar volviéndose más preocupantes de lo que creemos.
De los mejores finales de la temporada. Y también genial el dúo que forman Blue (Faye Marsay) y Karin Parke (Kelly Mcdonald).
Y ahora, lo único que espero es no tener que aguantar dos años más para ver la siguiente temporada de esta serie cuyo visionado es indispensable.
Un comentario sobre “Black Mirror. Temporada 3”