No entiendo cómo he tardado tanto tiempo en ver Bojack Horseman, pero sabía que era una serie tan aclamada que creo que simplemente esperaba al momento perfecto para verla toda de golpe y disfrutar por completo.
Ese momento por fin llegó, y admito que mi diciembre fue un carrusel de emociones disfrutando de cada una de las temporadas de esta serie que, sin duda, revisionaré en otra ocasión porque así lo merece.
Mi opinión sobre Bojack Horseman
La historia de este actor que triunfó en los noventa y desde entonces su vida va cuesta abajo es sin duda una de las mejores historias que he visto en los últimos tiempo. Empiezas a verla sin saber mucho lo que te espera, pero sin duda es un viaje a la parte más oscura de la vida.
Porque en Bojack Horseman los personajes destacan por estar rotos, sobre todo el propio protagonista. Cada uno a su manera busca su forma de reconstruirse, de salir de ese vacío, de esa pieza que no termina de encajar.
Y, cuanto más nos adentramos en la serie, más capas vamos descubriendo a lo largo de todos sus personajes. Empatizamos con ellos, incluso aunque no queramos porque sabemos que muchos de sus actos no están bien. Pero lo hacemos porque vemos ese camino de tropiezos y volver a levantarse por intentar ser mejores y no seguir los pasos que la vida ha ido definiendo para ellos.
No me esperaba definir Bojack Horseman como triste, pero sin duda lo es. Es una historia de perdedores, por mucho que estén llenos de gloria; personas cuyas voces internas no les dejan dormir por las noches, y que viven momentos felices para caer otra vez en esas mismas sensaciones que les rodean.
Se podría decir que hace una crítica muy directa a la vida del mundo audiovisual en Hollywood, pero no hace falta irse a Los Ángeles para sentir lo que sienten los personajes. Y ahí reside la esencia: sus actos se alejan de una vida típica, pero sus sentimientos y cómo manejan sus emociones hacen que conectemos con la historia.
Pocas veces podemos encontrar una serie que nos muestre de manera tan clara que somos humanos y, como tal, nuestra vida está también llena de sombras aunque nos centremos en las luces, pero esta serie nos hace adentrarnos dentro de todas estas sombras y salir con una mezcla entre melancolía y optimismo.
Sin duda, Bojack Horseman me ha encantado. Es una obra audiovisual en todos los sentidos, donde vemos lo peor del ser humano pero también lo bueno en ello.
Mira que he visto series de animación para adultos, pero nunca me había encontrado con algo como esta serie. Entiendo su fama ahora, y es bien merecida.
No me extraña que hayan tantos trends de TikTok con diálogos de la serie, porque cuando menos te lo esperas te sueltan una perlita que es toda una lección de vida.
Muy recomendable si todavía no la has visto y, si ya lo has hecho, esta es tu señal para volverla a ver y dejarte llevar por el camino de sombras que transitan los personajes, con la esperanza de ver un poco de luz.