No tengo malos recuerdos de los primeros capítulos de Bonding, por mucho que ya haya pasado bastante tiempo desde que los vi. Por esa razón, la temporada 2 de Bonding se me ha hecho tremendamente aburrida, por mucho de ser un tono muy similar a como era la primera temporada.
¿Qué es lo que ha hecho que se desinfle tanto esta segunda temporada? Sinceramente, no sabría muy bien decir la diferencia. Creo que simplemente cuando se ha perdido la novedad, la serie no ha sabido mantener la fuerza y ha perdido gran parte de lo que le hacía especial.
Mi opinión sobre la temporada 2 de Bonding
Aunque he visto la serie en solo un día, y sigue manteniendo la calidad, lo cierto es que tampoco me ha causado sensaciones novedosas. Básicamente, si la serie se cancelase ahora mismo tampoco pasaría nada porque tampoco tiene mucho más que aportar.
En esta ocasión seguimos los pasos de Tiff (Zoe Levin) y Peter (Brendan Scannell) después de lo ocurrido en la primera temporada, con toda una reputación de Dominatrix destruida por lo que pasó en los últimos capítulos.
Esto hace que tengan que volver a poner toda la carne en el asador para volver al negocio, con todo un sector que conoce su nombre y no parece muy dispuesto a abrirles las puertas.
Con esta premisa comienza una historia donde Tiff se centrará más en encontrar su lugar como Dominatrix, mientras que Peter sigue explotando su vena como cómico. Todo eso sin obviar sus propias relaciones interpersonales y cómo empiezan a compaginar su curioso día a día con la vida en pareja.
La temporada 2 de Bonding mantiene el tono de la serie pero un tanto más seria. Mientras la primera sobre todo lo que hizo fue mostrarnos la trama y sus personajes, esta segunda se centra en explorar más sus personalidades, haciendo que se adquiera un tono más profundo.
Pero, como digo, una vez perdido el factor novedad, lo interesante de presentar el mundo de las Dominatrix, Bonding pierde mucha fuerta para adquirir un tono distinto. Este cambio puede hacer que la tercera temporada gane fuerza o que, por el contrario, vaya cuesta abajo y sin frenos.
Porque así es como podemos resumir la temporada 2 de Bonding, como un «meh». No es que sea mala, simplemente tampoco es que ofrezca mucho. Está bien para pasar la tarde, sobre todo porque los capítulos son cortos y tampoco pasamos horas y horas para terminarla, pero tampoco es tal y como mi imaginaba.
Tampoco sabría decir qué me esperaba de la temporada 2 de Bonding. Simplemente no me ha interesado tanto como sí lo hizo la primera. Le falta cierto humor, ciertas ganas de hacerte sentir incómodo con lo que estás viendo, volviéndose mucho más neutral de lo que fue la primera.
Quizás se deba a que realmente no tienen muchos trabajos de Dominatrix en esta temporada, en comparación con la primera. Quién sabe, quizás si tiran de nuevo por esa parte la serie sepa cómo remontar, porque sin duda es lo que más se ha echado de menos en la temporada 2 de Bonding.
