
Yo no entiendo por qué me hago sufrir de esta forma con la cantidad de películas buenas que se han hecho. Está claro que ponerse un film navideño aumenta las probabilidades de que sea un tostón, pero eso no quita que haya buenas películas navideñas que no me canse de ver.
Eso sí, El caballero de la navidad no es uno de estos casos. Hacía tiempo que no veía una película tan mala, y es sorprendente lo que consigue engancharte para lo mala que es.
Crítica sobre El caballero de la navidad
Brooke (Vanessa Hudgens) es una joven que no cree en el amor, pero todo eso cambiará cuando aparezca Sir Cole (Josh Whitehouse) en su vida, un joven caballero del siglo XIV que aparece de la nada en el 2019 para cumplir una misión de lo más navideña.
Con esta premisa empieza una película llena a más no poder de todos los clichés que se pueden esperar de una mezcla entre una película de navidad, una historia romántica y un caballero.
Amasar pan a lo romántico, salvar a niñas del hielo, una bruja que no se sabe por qué lleva a gente del pasado al futuro… El caballero de la navidad tiene el cocktail perfecto para ser un desastre, pero uno que no sabes cómo te terminas viendo hasta el final.
Eso por supuesto dejando pasar por alto cosas como: ¿Cómo es posible que no le de un parraque a un caballero del pasado al llegar al futuro? Seamos sinceros, si alguien viniese del pasado no lo llevaría tan tan bien… Es tan happy flower todo que no hay por donde cogerlo.
A esto se le junta una actuación increíblemente sorprendente a la baja por parte de Vanessa Hudgens. Aunque nunca ha sido una actriz sobresaliente, se sabe defender en la pantalla y lo ha demostrado en varias ocasiones. Pero en El caballero de la navidad no ha sido así, lo que es toda una pena.
Da un poco de mal rollo ver la actuación de todos en general, como si estuviesen en un mundo paralelo donde todos están siendo obligados a sonreír a la fuerza.
Está claro que las películas navideñas buscan siempre acogerse a los temas de esta época del año; la generosidad, la magia de la navidad, la posibilidad de encontrar el amor verdadero, compañerismo… Todas esas cosas se mascan en este tipo de films.
Y aun así creo que El caballero de la navidad se pasa con todos ellos, haciendo un mejunje excesivamente dulce que no hay por dónde cogerlo. TODOS, absolutamente TODOS los clichés que te puedas imaginar de este tipo de films están presentes en la película.
Lo mejor de todo es el final, que resume lo que pretende ser la película a la perfección. Un caballero llevando a la damisela a caballo, con la gente gritando ‘¡Qué bonito!’, ‘¡Qué romántico!’ ‘¡Feliz navidad!’. ¿De verdad es la mejor forma de acabar una historia?
En general parece que El caballero de la navidad intenta hacer gracia en muchos momentos, pero no lo consigue. Son todos los aspectos trillados a más no poder para contar una historia que no vas a olvidar de lo mala que es.
Me da mucha rabia ver este tipo de historias navideñas, cuando se pueden hacer un ¡Qué bello es vivir! y demostrar que se puede hacer historia con un film de esta temática.
Sin duda, una película nada recomendable que quizás sólo satisface a los más fans de las películas de navidad… O quizás ni eso.