Crítica de CAM

Los problemas de Internet y las redes sociales tratados de una forma oscura, de esas que juegan con el miedo generado con cosas que ocurren sólo tras la pantalla de un ordenador, no es algo novedoso en las redes.

CAM es un ejemplo más de film que busca innovar en algo que ya no nos huele a nuevo y original; eso sí, eso no significa que se haga amena y entretenida, y que por lo menos se pase rápido.

Mi opinión sobre CAM

CAM cuenta la historia de Alice (Madeline Brewer), que ha encontrado su huevo online en una página porno donde hace shows eróticos en directo bajo el pseudónimo de Lola. Interesada en llegar a lo más alto, consiguiendo más y más seguidores y dinero, todo se irá al garete cuando alguien le robe la identidad y Alice no pueda entrar a su cuenta.
 

Con esta premisa podemos resumir el film. Un guión sencillo, con un tono oscuro que hasta recuerda un poco a los capítulos de Black Mirror, que va in crescendo hasta llegar al rallante final, es la mezcla perfecta para crear una corta película que cumple su requisito: entretenernos.

Lo cierto es que podemos dividir la película en dos partes: por un lado está el inicio, donde vemos la vida de Alice/Lola en Internet. De esta forma conocemos la desesperación de todas las personas que visitan la web: unos para comprar un poco de morbo que llene su soledad, otros para ganar dinero fácil y llenar también un vacío que tienen a base de likes y fans que están dispuestos a todo.

Luego llega la segunda parte, cuando todo se va al garete con el robo de identidad. Aquí es cuando vemos cómo se empieza a ir toda la vida de Alice a pique, y empieza a aparecer la tensión, el juego psicológico que nos hace no entender lo que está pasando, el sentirnos en la piel de la protagonista.

Lo mejor: que el film deje en el aire qué es lo que ha pasado. ¿Era un demonio? ¿Era un error del sistema? ¿Era ella misma sin saberlo? Nunca lo sabremos, sólo podemos hacer teorías y llegar a nuestra propia conclusión.

Película de Netflix: CAM

Sin duda me quedo con el final, que muestra perfectamente a dónde podemos llegar por desesperación. CAM es una pesadilla, un mal sueño. Algo de lo que querer despertarse cuando Internet nos consume en exceso.

No es una película con muchas pretensiones, pero es interesante verla cuando queremos ver algo que juegue un poco con nuestra mente y con el uso que hacemos de las redes sociales.

Fotograma de la película CAM

Sin duda, el tema de los likes y la fama online da para mucho. Eso, juntado con el terror psicológico y ese paseo por las entrañas de ciertas páginas eróticas de Internet, hace que CAM sea algo más que una simple película con la que no pensar.

Eso sí, sólo un poco más. Porque realmente se podría haber hecho mucho más con una historia de este tipo.

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2.3/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

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