Cuando empecé a ver Cambio de princesa tampoco me esperaba un peliculón, ni mucho menos, pero lo cierto es que había algo en ella – o más bien en su segunda parte – que me llamaba la atención.
Y esa es la razón que ha hecho que le diese la oportunidad a esta película que combina el espíritu de la navidad con una historia de amor a dos bandas para mostrarnos ese tipo de trama principesca que hemos visto cientos de veces, pero hacerlo con un toque personal.
Mi opinión sobre Cambio de princesa
Cambio de princesa nos cuenta la historia de Stacy (Vanessa Hudgens), una repostera de Chicago que viaja a un lejano país para un concurso de Navidad de lo más famoso. Lo que no se espera es ser igual a Margaret, la prometida del príncipe del país.
Cuando se conocen, deciden intercambiarse los papeles por dos días. De esta forma, Stacy conseguirá que su ahijada pueda ir al conservatorio, y Margaret podrá sentirse como una persona normal durante unos días.
Como nos podemos imaginar con esta trama, la idea esta clara: Dos chicas que cambian sus papeles y descubren que les gusta más la vida de la otra que la suya propia, con todo lo que eso conlleva.
Cambio de princesa no muestra nada nuevo y especial. Es más, ¿no hay ya películas de este estilo que deciden transcurrir durante la navidad? Parece ser que durante estas fechas todos podemos estar un poquito más cerca de la nobleza, si lo deseamos con mucha fuerza, claro está…
Puede parecer por todo esto que ha sido un film que me ha desagradado soberanamente, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que Cambio de princesa me ha entretenido, y ha sido tal y como me esperaba.
No me ha sorprendido, no me ha parecido original y seguro que no la vuelvo a ver, pero tampoco me ha parecido una mala opción para ver estas navidades. Es una película sin más, de esas que saben muy bien hasta dónde pueden llegar.
Eso sí, lo cierto es que me llama mucho más la atención la segunda parte. Como decía, la segunda película ha sido la razón de que haya visto la primera; y todo porque tiene pinta de ofrecer algo un poquito más original que esta.
Dejando esto a un lado, Cambio de princesa es una película donde no destacan ni la trama, ni las actuaciones ni los efectos especiales. Es la típica película de noble conoce a chica normal, se enamora y el amor es capaz de romper todas las distancias, pero añadiéndole la «chispa de la navidad».
Lo cierto es que no soy muy fan de este tipo de tramas, pero aun así tampoco me arrepiento de haberle dado una oportunidad. Está bien para pasar el rato, no se hace pesada y consigue por completo cumplir su objetivo: hacernos creer en la esencia de la navidad.
No creo que la vuelva a ver, pero sin duda ahora sí que me pondré con su segunda parte para ver qué pasa después del «y vivieron felices para siempre».
