
Hacía tiempo que un libro no me enganchaba tanto como lo ha hecho Carboneras, y eso que he leído libros de lo más interesantes en lo que va de año. Pero es que esta historia tiene algo especial que hace que no puedas parar de leer hasta terminar.
Quizás es la prosa de su autora Aitana Castaño, muy bien acompañada por las ilustraciones de Alfonso Zapico, o el estilo de escritura tan cercano y fácil de leer que tiene, pero personalmente creo que el encanto reside en algo más profundo e inherente: la historia en sí.
Mi opinión sobre Carboneras
Carboneras nos lleva a un pueblo imaginario de Asturias para contarnos cómo era la vida de todas esas mujeres en la época franquista que trabajaban en uno de los pueblos mineros de la época.
Aunque no se mucho de esta parte de la historia española – mal por mi parte -, sí guardo en mi memoria que siempre se ha hablado de las malas condiciones que pasaron los mineros y esos pueblos mineros en aquella época, debido a la falta de seguridad, protección y medidas.
Pues bien, Carboneras lo que hace es contarnos la historia de las mujeres del pueblo. Madres, hijas y esposas que viven en una sociedad donde no tienen voz, pero aun así trabajan lo mismo o más que los hombres por llevar comida a su hogar.
Desde las que son comunistas en la sombra hasta las madres preocupadas por las enfermedades respiratorias de sus hijos, pasando por aquellas que trabajaban respirando todo el polvo de las minas sin protección y sufrían todo tipo de situaciones y vejaciones.
El libro hace un recorrido completo por todo esto para darnos una imagen global de una época de la que se ha hablado, pero no mucho; y, sobre todo, lo que Carboneras hace es hacer una oda a todas las mujeres que, en la sombra, lucharon por sacar su hogar adelante de una u otra forma.
Y eso es lo bonito de este libro: vemos una gran variedad de personajes femeninos, y todos ellos son luchadores a su manera. Cada capítulo es una forma de supervivencia, que nos da una visión global de ese pueblo minero a través de la historia de sus mujeres, que luchaban cada una a su manera por no derrumbarse ni ellas ni su casa.
Personalmente Carboneras me ha encantado. Lo he devorado en un día, leyendo cada capítulo con ganas de saber más y más. Tanto me ha gustado, que no descarto leerme también el otro libro de sus autores, Los niños del humo – que en este caso nos muestra la vida de los niños, en vez de tanto la de las mujeres -.
Sin duda, una obra que merece una lectura y que recomiendo ampliamente. De esas historias de ficción que nos llevan a parte de la historia de España, y lo hacen con tanto mimo y cuidado que no puedes más que quitarte el sombrero ante el trabajo que se consigue.
Carboneras es toda una obra maestra. Así lo digo de claro.
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