
Es sorprendente la gama de pelĂculas románticas adolescentes que tiene Netflix y que consiguen enganchar a prácticamente todo el mundo a pesar de que se cuente lo mismo una y otra vez.
A todos los chicos de los que me enamorĂ© es una pelĂcula romántica más con la que se puede pasar un buen rato pero poco más, porque incluso pierde lo que la distingue del resto a cada minuto que pasa.
¿De qué trata A todos los chicos de los que me enamoré?
El film nos narra la historia de Lara Jean (Lana Condor), una chica tĂmida que lleva temiendo al amor desde que se pillĂł por primera vez. Temerosa de expresar sus sentimientos, prefiere escribirlos en papel como si fuera una carta.
De esa forma almacena cinco cartas distintas en una caja, de los cinco chicos que en algún momento le han gustado, incluido el novio de su hermana mayor. El problema vendrá cuando esas cartas se manden de verdad a sus destinatarios, haciendo que por primera vez en su vida Lara Jean tenga que enfrentarse a sus sentimientos.
Con esta premisa empieza una comedia de romance adolescente que, aunque destaca por las cartas, acaba perdiendo la esencia por el camino. Aunque entretiene a medias, lo cierto es que la Ăşnica razĂłn para verla son esas cartas que ella escribe, y parece que esto solamente es una forma de dar comienzo a una historia de amor cualquiera.
Porque realmente las cartas tienen relevancia durante la primera media hora, pero despuĂ©s no pintan absolutamente nada. Toda la historia que transcurre despuĂ©s del envĂo de las cartas se podrĂa haber desarrollado perfectamente sin que se mencionasen.
Y, lo que es peor… al principio se menciona a cinco chicos, pero A todos los chicos de los que me enamorĂ© ni siquiera aprovecha esta cifra. En vez de eso fija su mirada en sĂłlo una de esas cartas, y un poco por encima en otra de ellas, haciendo que al resto incluso ni lleguemos a conocerlos de verdad – a excepciĂłn del que acaba volviĂ©ndose amigo suyo -.
A esto se le añade que A todos los chicos de los que me enamorĂ© es una pelĂcula donde abundan los planos que no aportan nada. Hay momentos excesivamente largos donde de verdad te preguntas por quĂ© han molestado su tiempo y su dinero en grabar esa escena, cuando realmente no cuenta nada.
Quizás lo que se pretende con esos ‘momentos vacĂos’ es hacer que comprendamos más la personalidad de la protagonista, pero lo cierto es que esto no es algo que se consiga.
El film peca de tĂpico a más no poder, y pierde toda la originalidad que podrĂa tener sin saber aprovecharla para dar los puntos de humor que A todos los chicos de los que me enamorĂ© necesita.
Una pelĂcula de amor excesivamente sencilla que sirve para pasar el rato y desconectar, pero de la que tampoco podemos esperar mucho más. Es previsible y no hay demasiado que destacar de ella, lo que es toda una pena.
El film podrĂa haber sido mucho más, pero prefiere quedarse en la superficie para contarnos una historia de amor más que se olvida al poco tiempo de verla.