
Una cosa está clara: Netflix es la plataforma ideal para encontrar películas de todo tipo, pero sobre todo para ver algo ameno que no nos haga pensar en exceso. En este caso le tocó el turno a Conquista a medias, una historia fresca y entretenida que en algunos puntos es un acierto y en otros deja a medias.
Mi opinión sobre Conquista a medias
Conquista a medias nos pone en la piel de Ellie Chu (Leah Lewis), una joven introvertida que se siente atraída por la chica más popular de la escuela, Aster Flores (Alexxis Lemire). Cuando Paul (Daniel Diemer), un joven bonachón y colado por Aster, se ponga en su camino todo empezará a cambiar; Paul le propone un trato: le pagará si escribe una carta de amor a Aster como si fuera él.
De esta forma empezará una historia que destaca sobre todo por la relación que van forjando estos tres personajes entre sí, complicando la historia de una forma que sólo las comedias románticas ven posible.
Personalmente, lo que más me ha gustado es la relación que se forja entre Paul y Ellie. Aunque Conquista a medias pueda parecer una historia de amor, en mi opinión va más sobre la amistad y el crecimiento personal que otra cosa.
Aster al final es sólo una excusa para que Ellie y Paul se conozcan y empiecen a apreciarse de verdad, para que construyan relaciones reales entre ellos y se abran como nunca lo han hecho.
Y resulta llamativo, porque al final el film no nos plantea el típico romance, sino que tira por otro camino totalmente distinto para crear una historia que, aunque quizás no cumpla nuestras expectativas como sí hacen otras comedias románticas, nos muestra una historia más real.
Así que no, por mucho que su nombre sea Conquista a medias no es una película con todo el salseo que cabría esperar. Eso sí, que vaya por este camino creo que me ha convencido más que si diese claramente lo que el espectador va buscando, que es sobre todo que Ellie y Aster acaben juntas.
Algo en contra del film, es que hay muchas escenas que están pilladas con pinzas. A pesar de que entre los personajes la relación que se crea sí parece realista, muchas escenas en las que se encuentran no tienen ni pies ni cabeza.
Hay escenas forzadas, que sólo están ahí porque se nota que tienen que estarlo, pero que no cumplen con la coherencia que lleva el resto del film. Y esto hace que Conquista a medias pierda cierto encanto.
No entiendo por qué de repente tienen que meter escenas sacadas de telenovela, nada creíbles, cuando el tono de la historia podría ser exactamente el mismo sin que sucediesen.
Parece que están ahí sólo para que no olvidemos ante qué tipo de film estamos, para añadir cierto drama adolescente en vez de llevar hasta el final el tono que la historia parece querer tener.
Aun así, Conquista a medias me ha parecido un film bastante más tierno de lo que me esperaba. Sus personajes son entrañables sobre todo por la forma que tienen de relacionarse entre sí, y esto es sin duda lo mejor de esta historia.