
Hay juegos que desde el principio sabes que te viciarás un rato a ellos, pero que luego con el tiempo te irás olvidando de su existencia hasta que ya te de pereza jugar. Eso sin duda es lo que me pasó con Deceit.
Aun así, tengo que decir que parte de mi aburrimiento se debe a no tener en muchas ocasiones gente con la que jugar y tener que hacerlo con extraños, lo que hace que el juego no sea ni remotamente lo mismo.
Pero, ¿qué es lo que tiene Deceit que hace que sea divertido cuando juegas con gente pero no tanto si lo haces por separado? Precisamente eso es lo que vamos a tratar hoy, pero empecemos por el principio.
Mi opinión sobre Deceit
Deceit sigue unas reglas bastante sencillas y fáciles de asimilar. Te despiertas en un escenario – este mismo escenario va cambiando en cada partida – y te toca hacer de «malo» o de «bueno».
Básicamente te despiertas y, o estás infectado por lo que necesitarás beber sangre para convertirte en monstruo y evitar que el resto escapen, o no lo estás y tu objetivo es descubrir quiénes sí lo están mientras intentas encontrar la salida.
Y la gracia del juego está en que precisamente tú estás con todos en un mismo escenario, todos os hacéis pasar por aliados, pero hay alguien ahí que está mintiendo y eso es lo que hace que el juego sirva para echarte unas risas.
Por esa razón es más divertido jugar con amigos, ya que las risas en compañía son mejores que cuando te toca juntarte con un extraño del que realmente no sabes muy bien cómo juega ni sabes si está mintiendo o no en ningún momento.
Aunque prefiero jugar en compañía, también he disfrutado de mis partidas en solitario, tampoco lo voy a negar, aunque haya echado de menos la parte más divertida de este juego, que es jugar en grupo.
En general Deceit me ha recordado un poco al Pueblo Duerme o a Los hombres lobo de Castronegro, pero en videojuego, con toda la idea de un grupo donde algunos son buenos y otros son malos pero al inicio de la partida no sabes quién es quién.
Y esto es lo que hace que el juego sea interesante durante las primeras partidas, aunque al final la premisa se desgaste con el tiempo y ya empieces a buscar otras formas de pasar el rato.
Deceit es un juego sin muchas pretensiones y un modo de juego fácil de pillar que te interesará si te van este tipo de juegos. Además, es un juego gratuito, lo que hace que sea una buena opción si estás pensando en probar un juego nuevo con tus amigos.
Por lo demás, te puede entretener durante varias tardes. Aunque al final sienta que se acaba desgastando, las primeras partidas se disfrutan y, es más, incluso siento que escribiendo este artículo quizás me animo a darle otra oportunidad y sumergirme de nuevo en su peculiar mundo de infectados y no infectados.