
Aunque admito que no recuerdo mucho la historia de Giselle en Encantada, sí es cierto que en mi cabeza sigue sonando de coro la canción de ‘Hazle saber lo que sientes. Eso es amor, lo sabes’ a pesar del paso de los años.
Y por ese mismo motivo tenía tantas ganas de ver Desencantada. Por mucho que sea otra artimaña de Disney+ por despertar el factor nostalgia al igual que hizo con Hoccus Pocus 2, tengo que admitir que en mi caso funciona y acabo cayendo en las redes de todo este tipo de películas.
Qué queréis que os diga… Me gusta hacer feliz a mi niña interior.
Pero, ¿cumple Desencantada con las expectativas que tenía sobre ella? Pues lo cierto es que a medias. Sobre la historia, me ha gustado mucho más de lo que me pensaba. Eso sí… En esta ocasión se desinflan con las canciones, por lo menos en la traducción al español.
Mi opinión sobre Desencantada
Desencantada nos lleva a la vida de Giselle después de su primera aventura. Pasado el matrimonio y el nacimiento de su hija, Giselle empieza a aburrirse en la gran manzana a la vez que afronta cómo su hija mayor empieza a entrar en la adolescencia.
Será por eso que convenza a toda la familia de mudarse a un sitio más tranquilo, donde pueda estar más conectada con su vida anterior. ¿El problema? Giselle sigue añorando esa vida de cuento de hadas donde, después del final feliz, eres feliz para siempre, y no se acostumbra a lidiar con los problemas y las discusiones del día a día.
Por esa razón, pedirá un deseo que convertirá a todo el pueblo en un mundo mágico pero en la vida real. La cosa es que su vida ha cambiado y ya no es una princesa… Por eso su propio hechizo la irá convirtiendo en una madrastra para su hija mayor y, por tanto, en la villana del cuento.
De esta forma se desarrolla un film que admito que me ha gustado mucho más de lo que me pensaba, pero que es tan mamarracho como te puedes imaginar. Porque sí, Desencantada es de esas típicas mamarrachadas que te pueden encantar o desencantar.
A mí personalmente sí me convencen este tipo de historias, y me gusta además que se rompa con lo prototípico de una madrastra malvada, aceptando tipos de familias más modernos como es la de Giselle.
Pero, como decía, todo se desinfla con las canciones en español… Me parece un verdadero desastre, la verdad, y dudo que sea igual en inglés – sobre todo, contando con Irina Menzel -.
Por daros un ejemplo, el nivel es tal que hay canciones donde la letra no concuerda con el movimiento de los labios y se nota tanto en la escena que no puedes pensar en otra cosa.
Personalmente noto una falta de mimo en la traducción de las canciones y eso, en un film como es la segunda parte de la historia de Giselle, es un error. De aquí, ninguna canción queda para el recuerdo.