Tenía muchas ganas de que se estrenase la temporada 2 de Destino La saga Winx, pero lo cierto es que he acabado terriblemente decepcionada. Desde esa inclusión forzada y mal realizada hasta la ambientación, pasando por la banda sonora…
Hay tantas cosas que me han gustado tan poco, que todavía resulta sorprendente que al final de todo haya conseguido que tenga interés en los últimos capítulos y que siga teniendo intriga por ver qué pasa ahora.
¿Por qué pienso esto de la temporada 2 de Destino La Saga Winx? De eso vamos a hablar precisamente.
Mi opinión sobre la temporada 2 de Destino La Saga Winx
La temporada 2 de Destino La Saga Winx continúa con lo ocurrido en la primera parte, que terminaba con una nueva directora gestionando Alfea.
Pronto empiezan los fallos de guión, los cambios innentendibles en el carácter de los personajes y bastantes cosas más que hacen de esta temporada algo que sin duda me ha dejado triste y decepcionada.
El carácter de los personajes no se mantiene, y cambia en función de las necesidades del guion. Está bien que se quieran hacer plot twist sobre quién es malo y quién es bueno… pero hay que afianzarse en una buena base.
A esto se le sigue el querer ser inclusivos y hacerlo mal. Todos sabemos que el personaje de Terra fue la sustituta de Flora porque querían poner cuerpos de todo tipo, pero el problema es que la han convertido en un personaje mal estructurado con el que poder decir «mira, si somos super diversos y el mejor ejemplo es Terra».
Pero son diversos de boquilla, ya que a Musa le quitaron sus rasgos asiáticos, a Flora que es el hada latina la han metido después de que se quejaran los fans y a Terra la pintan de tal forma que es super triste que en una fiesta donde todas van divinas de la muerte no sean capaces de ponerle algo despampanate para demostrar que todos los cuerpos son bonitos – y ni hablemos de lo mal estructurada que está su salida del armario… -.
A esto se le añade una ambientación que no tiene nada de magia. Personalmente no sabía cuándo las hadas estaban en el mundo mágico y cuándo no, y he echado en falta que el mundo más allá de Alfea tenga un poquito más de magia.
Y, por supuesto, no hay que olvidar la música. Se esfuerzan de más en meter música actual que no pega ni con cola con la serie. Ese momento de Bloom montando a caballo con su novio mientras suena Wildest Dreams recuerda mucho al primer capítulo de Los 100 donde suena Radioactive, pero se remata con una fiesta lujosa y un misterio sin resolver donde no pega ni con cola que suene Diablo de Rosalía.
En resumen, la temporada 2 de Destino La saga Winx me ha gustado más bien poco, y aun así ha sabido mantener la intriga para que me mantenga enganchada durante una temporada más… Eso sí, como siga por este camino no se cómo va a acabar, y es una pena.