Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?

Cartel de Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?
Empezaré diciendo que ver una película en mi casa y que nos quedemos todos hasta el final es prácticamente imposible. Que si uno se duerme, que si esta ya la he visto, que si esto es un rollo… Por eso, que una película consiga que todos la veamos entera de por sí ya dice mucho de ella. Y es que Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? es una comedia con un humor de esos que gustan fácilmente y enganchan de principio a fin.
 
Eso es lo que ha conseguido que todos nos quedemos viendo el film hasta el final, y es que es una película que nos convencerá de lleno desde el principio.

Mi opinión sobre Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?

El matrimonio Verneuil es tradicional, muy conservador y católico. De sus cuatro hijas, tres han acabado con personas de otras religiones (un budista, un judío y un musulmán). Cuando Laure (Elodie Fontan), su hija menor, les anuncia que va a casarse con un cristiano su felicidad no puede ser mayor. Lo que no se esperan es que su futuro yerno sea negro, lo que ya es el colmo para una pareja cuyos pensamientos pueden tildarse de  bastante racistas.

Escena de Dios Mío, ¿pero qué te hemos hecho? 

En general, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? me recuerda un poco a Ocho apellidos vascos. Toca los tópicos hacia otras culturas, y también hay una boda de por medio, aunque de una forma más internacional. Seguramente, si te gustó Ocho apellidos vascos esta película te guste.

Un punto a su favor es que toca los tópicos y el racismo de una forma muy irónica pero cómica, mostrando la realidad de un racismo que aún no ha desaparecido. Eso sí, sin saltarse a nadie. No sólo el matrimonio Verneuil tiene sus prejuicios, absolutamente todos en la película tienen algún que otro pensamiento racista, lo que hace tan complicada la convivencia. El final era obvio, pero eso no quita que el mensaje sea bueno y que la película sea entretenida.

El humor no es forzado, haciendo que el film se pase enseguida. Hay algún que otro salto temporal un tanto extraño, especialmente al principio, que descuadra un poco, pero en general está bien hilada. Además, aunque no puedo destacar ninguna, las actuaciones son bastante buenas. Quizás un poco sobre teatralizadas, aunque esto es parte de su encanto.

A los personajes se les coge cariño en seguida. La única que llega a cansar es una de las hermanas, interpretada por Emilie Caen, por el papel que interpreta de hipersensible.

 

Todo sobre Dios Mío, ¿pero qué te hemos hecho?

 
En conclusión, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? es una película muy entretenida que, aunque no es un peliculón, sirve para pasar un buen rato. Su humor es bastante bueno, con puntos muy graciosos pero sin acudir a los chistes fáciles. Si quieres una comedia diferente, con un tono irónico, de seguro que te encantará.
 
Sin duda, os recomiendo ver este film si estáis buscando una comedia de calidad.

¿Qué opinas de Dios mío, pero qué te hemos hecho?

4.5/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

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