
Que estaba esperando la temporada 4 de El ministerio del tiempo con ansias es algo que no voy a negar. Sus tres temporadas anteriores me fascinaron por completo, y me encanta que haya vuelto para esta temporada que, aunque se despide como si fuera la última, ya nos deja sin saber si habrá una quinta en algún momento.
Mi opinión sobre la temporada 4 de El ministerio del tiempo
La temporada 4 de El ministerio del tiempo ha sabido darnos esa historia que por lo menos cerrase todos los hilos que habían quedado abiertos en las temporadas anteriores. Por mucho que no se descarte una quinta, por lo menos ha servido para que los fans de la serie tengamos el final que esperábamos.
Pero, ¿cómo ha sido esta temporada? ¿Ha estado realmente a la altura? Pues lo cierto es que se ha convertido en una de mis temporadas favoritas de la serie, y es que ha sabido coger todo lo bueno de las temporadas anteriores y explotarlo al máximo.
En la temporada 4 de El ministerio del tiempo nos encontramos con personajes que llevaban tiempo sin aparecer, como Julián (Rodolfo Sancho), y con nuevos que poco a poco van cobrando relevancia, como Carolina (Manuela Vellés).
Esto hace que la serie mantenga ese toque de los primeros capítulos sin perder en ningún momento la originalidad que caracteriza a la serie. Y es que El ministerio del tiempo mima todos sus capítulos al detalle, sin que ninguno de ellos parezca de relleno.
Son muchas las veces que me he encontrado, al igual que me pasó con las temporadas anteriores, admirando ciertos planos de la serie, así como el argumento en sí en cada capítulo.
Los viajes en el tiempo dan una oportunidad única de desarrollar historias de todo tipo y, al igual que ocurre con Doctor Who, El ministerio del tiempo ha sabido sacar partido a esto para contar aventuras diversas que combinan la acción, el drama, la tensión y el humor como quieren.
En la temporada 4 de El ministerio del tiempo he notado todavía más los puntos de humor. No sé si es que se me han olvidado los de temporadas anteriores, o que realmente han sido más, pero hay momentos de estos últimos capítulos que son memorables.
Todo sin olvidar, por supuesto, que la serie sabe manejar por completo el toque canalla con el «rigor histórico» para darnos una historia amena con la que también aprendemos bastante de historia, sobre todo de historia de España.
Sin duda, me han encantado estos nuevos capítulos de El ministerio del tiempo. Es todo un gusto poder disfrutar de una serie como esta, y ver que encima ha regresado con las pilas cargadas – algo que se nota, sobre todo, en los efectos especiales -.
Me encantaría ver más capítulos de esta serie durante muchos años más, porque no me canso de verla. Eso sí, si este ha sido el final definitivo lo cierto es que he quedado más que contenta.
Ahora, por fin, siento que la serie está donde debe estar después de tantos años. Toda una aventura poder sumergirse de nuevo en las puertas de este ministerio.