El secreto del libro de Kells

Cartel de El secreto del libro de Kells
 
Nada más terminar de ver La canción del mar, esa película de animación tan especial de la que ya os hablé en su momento, descubrí que su director, Tomm Moore, tenía otras perlitas que merecían la pena. Lo malo es que, con un listón tan alto como el que dejó La canción del mar, El secreto del libro de Kells debía de ser demasiado especial para superarla. Y no lo ha hecho, aunque eso no significa que no sea una película totalmente recomendable.
 

Mi opinión sobre El secreto del libro de Kells

 

Brendan (Robin Trouffier), un monje de doce años en una Irlanda del siglo IX, lleva toda su vida entre los muros del remoto monasterio de Kells. Su tío, el abad, se concentra en construir una fuerte defensa para protegerse de los vikingos, pero parece haber olvidado todo lo demás.

Cuando Aidan (Mick Lally), el monje encargado de ilustrar un misterioso libro de miles de años, aparece en Kells, el mundo del pequeño Brendan se pondrá patas arriba. Perdiendo el miedo se adentra por fin en el bosque, donde conocerá a una solitaria y amigable criatura llamada Aisling (Clara Poincaré), que le mostrará el mundo tal y como ella lo ve.

 

Escena de El secreto del libro de Kells

 

Aunque se intente, es imposible no compararla con La canción del mar. Ambas son muy similares, y a la vez muy diferentes. Centrada en Irlanda, como el otro film, también nos muestra una parte de las creencias del país. Lo malo es que lo hace con menos profundidad, centrándose en dos o tres cosas.

También le pasa lo mismo que a La canción del mar: el argumento peca de simple. Lo bueno es que lo cuenta con tanta naturalidad, y la película se hace tan amena, que convierte El secreto del libro de Kells en una especie de cuento infantil que se ha pasado tal cual a la gran pantalla.

Los personajes, a pesar de ser un tanto planos, consiguen que les cojamos cariño en seguida. Hasta al abad, que interpreta el papel de incrédulo, conseguimos tenerle cierto aprecio, comprendiendo desde el principio que todo lo hace con buena voluntad. Aunque, de entre todos, sin duda alguna los mejores son Aidan y su gato.

El estilo de animación es sin duda su punto fuerte, maravilloso cómo se manejan todos los detalles. Simplemente por eso, aunque fuese la peor historia escrita, que no es el caso, merecería la pena verla. Lo que me ha llamado la atención es la simbología constante del círculo que aparece en la película y que seguramente tenga más sentido del que yo puedo darle.

 

Todo sobre El secreto del libro de Kells 

La banda sonora es también una maravilla, siendo especialmente clave cuando Aisling se pone a cantar. Aunque sigo prefiriendo la música de La canción del mar, esta consigue estar a la altura de mis expectativas.
  
En conclusión, una película totalmente recomendable con un estilo inconfundible y muy especial. Ideal para desconectar un rato con una historia amena y estilísticamente muy bien contada. Eso sí, si no la has visto todavía, mejor ver antes La canción del mar.
 

¿Has visto El secreto del libro de Kells?

3/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

2 comentarios en “El secreto del libro de Kells”

  1. Bueno, en todo caso deberíamos comparar "La canción del mar" con esta, pues es anterior… Aunque yo tengo la desventaja que aún no he podido ver "La canción del mar" y no las puedo comparar, claro 🙁

    En todo caso "El secreto del libro de Kells" es una cinta con una estética realmente bonita y una historia la mar de entretenida, sin duda como bien dices es por completo recomendable.

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