
Hay veces que lo único que apetece es poner una película cutre que no te haga pensar pero te haga pasar el rato, por mucho que sepas que lo cierto es que la historia no da mucho de sí y no es para verla una y otra vez.
Esto es lo que pasa sin duda con Embrujada, una película que acude al «efecto recuerdo» para contar una historia que entretiene, pero de la que tampoco se puede pedir mucho más.
Análisis de la película Embrujada
En defensa de Embrujada diré dos cosas que hacen que en parte no se te quede un mal recuerdo del film y puedas verla decentemente.
Por un lado está el hecho de que, aunque la historia se basa en la serie estrenada en el 64, en vez de retomar la historia o hacer un remake el film prefiere ser levemente original y por lo menos ponernos en la piel de una bruja que, aunque igual, no deja de ser distinta.
Y por eso Embrujada seguirá los pasos de Isabel (Nicole Kidman), una bruja que no quiere ser bruja, pero que acaba convirtiéndose en la protagonista de la serie de los sesenta.
De alguna forma lo que consigue crear con esto la película es una especie de metahistoria: por un lado es una trama que recuerda a la serie, que tiene toques de la serie y que constantemente se refiere a ella, pero por otro no deja de ser realmente una película sobre una bruja haciendo de Samantha cuando se decide hacer un remake de la serie.
Todo esto hace que por lo menos la película intente mostrar algo diferente, aunque supongo que muchos preferirán al verla algo que recuerde un poco más a la serie original.
Admito que Embrujada ya me ha pillado un poco lejos y no la he visto, pero lo cierto es que desde fuera – como persona totalmente inculta en su argumento y en su trama – sí parece que el film intenta rememorar constantemente la serie a la que debe su origen.
Esta mezcla entre lo nuevo y lo anterior hace que por lo menos la película sea un intento un tanto diferente de lo que estamos acostumbrados a ver cuando se coge algo que fue famoso hace años y vuelve a hacerse.
Eso sí, que sea diferente no quiere decir que esté bien llevado… Lo cierto es que la historia hace aguas por todos lados, con unas actuaciones mediocres y una historia de amor que hemos visto una y mil veces donde nada puede aportarse.
Sorprende al darse cuenta de la cantidad de caras conocidas que salen en esta historia y que se han marcado buenos papeles con anterioridad, pero aquí ninguno destaca y el resultado final se hace tan artificial que no me convence – me pregunto cuánto de este resultado irá relacionado con mantener la esencia del guión original -.
Tengo la sensación de que me habría defraudado bastante más si hubiese visto Embrujada, teniendo en cuenta que lo que pienso ahora mismo tampoco es excesivamente bueno.
Al final es una historia más de las que ver de fondo, pero incluso hay otras muchas de este estilo que son mucho más entretenidas y seguro que aportan algo más.