
Sin duda, Las escalofriantes aventuras de Sabrina dejó el listón muy alto con dos temporadas anteriores que demostraban con creces que las aventuras de esta joven bruja satánica iban para largo. Dejando esto a un lado, ¿está la temporada 3 de Las escalofriantes aventuras de Sabrina a la altura?
Análisis sobre la temporada 3 de Las escalofriantes aventuras de Sabrina
Lo cierto es que, aunque me ha seguido gustando y me ha enganchado hasta el final, nos encontramos ante la temporada más floja de todas. Puede que sea esa necesidad que han tenido de golpe de meter un número musical en cada capítulo, o ese mareante estilo de la serie que desenfoca el fondo al extremo para meterte en un mundo onírico, pero lo cierto es que se me ha hecho un poco escasa.
La temporada 3 de Las escalofriantes aventuras de Sabrina vuelve la vista a ese infierno gobernado ahora por Lilith (Michelle Gomez) y donde un desesperado Nick (Gavin Leatherwood) vive en eterno sufrimiento por tener a Lucifer (Luke Cook) en el interior. Pero este es sólo el principio, porque el aquelarre se tendrá que enfrentar ahora a nuevas amenazas como antiguos dioses que recuperan fuerza y la pregunta más importante de todas: ¿a quién hay que rezarle ahora?
Pero lo cierto es que lo que más me ha mosqueado de esta temporada es la necesidad que parece tener la serie de hacer que Sabrina (Kiernan Shipka) cambie de opinión más que una veleta.
Ya en la primera temporada tenía claro que no quería ser bruja satánica, pero acaba siéndolo y disfrutándolo. Pero, como esto no era suficiente, ahora nos encontramos con otro cambio de opinión más: tantas vueltas que da en la segunda temporada porque no quiere ser Reina del Infierno, para luego en esta tercera aceptarlo sin miramientos.
Dejando a un lado ese cambio de actitud en la protagonista, que hace que pierda bastante fuerza en su discurso, la temporada 3 de Las escalofriantes aventuras de Sabrina sabe entretener como ha hecho ya en temporadas anteriores.
Buscar esas reliquias perdidas hace que se añada cierta chispa a la serie y eso, combinado con los paganos que aparecen en el pueblo trayendo a nuestra memoria partes de la mitología griega y romana, hace que los ocho capítulos se pasen volando sin ningún problema.
Todos los capítulos son un desenfreno hasta llegar a ese colofón final que se disfruta por completo. Porque la temporada 3 de Las escalofriantes aventuras de Sabrina mete lo único que le faltaba a la serie: bucles espacio temporales.
Todos los capítulos están hechos para acabar desembocando en ese capítulo final que es toda una delicia ver, por mucho que sea la muestra más notable del cambio de personalidad que vive Sabrina en cada temporada.
De las tres temporadas que hay hasta ahora, esta ha sido sin duda la más floja. Pero esto no quita que nos encontremos ante una serie que se disfruta notablemente y que se puede disfrutar sin problemas.
Sólo queda esperar a ver qué ocurre ahora, y qué nos traerá a continuación una serie que, a pesar de sus altibajos, no deja de sorprender a los espectadores.