
El cine español tiene verdaderas maravillas del séptimo arte. Un ejemplo de ello es Estiu 1993 (Verano 1993); una película diferente, un drama tratado con una sencillez exquisita que hace que sea imprescindible darle una oportunidad a esta historia.
Mi opinión sobre Estiu 1993 (Verano 1993)
Frida (Laia Artigas) acaba de perder a su madre, y la niña no termina de comprender todos los cambios que ocurren a su alrededor. Pasará el verano con su nueva familia adoptiva, sus tíos (Bruna Cusí y David Verdaguer) y su prima (Paula Robles), mientras se va adaptando a una nueva vida, sin el pilar fundamental que es una madre.
Destaca por su sencillez, por la forma en la que está narrada. Los actores, sobre todo las niñas, no parece que estén actuando; más bien es como si pudiésemos estar con ellos y ver la intimidad de un hogar desde dentro. Las niñas hacen un papel increíble, tan natural que podría ser la infancia de cualquiera.
Destaca Frida, tanto por la actuación de Laia Artigas como el carácter de la niña en sí. Frida no deja de ser una niña llena de inocencia que ve el mundo desde una perspectiva infantil, que choca constantemente con la realidad.
Aunque juega con cierto factor nostalgia, no es un punto explotado de la película. Es un verano en los 90 y, como tal, hay momentos que recuerdan a la infancia de muchos de nosotros (los helados, las fiestas del pueblo, las peleas con los primos, ese moreno de pasar el día fuera jugando…).
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