
Tengo que admitirlo: Fauces de la noche me ha engañado por completo. Por las imágenes que veía de este film, en mi mente se formó la idea de que estaba ante una especie de rollo bollo vampírico.
¿Ha sido así finalmente? Pues lo cierto es que no. ¿Significa eso que me ha defraudado? Pues tampoco.
No era lo que me esperaba, pero lo cierto es que tampoco me ha desagradado lo que me he encontrado. Y precisamente de por qué ha pasado esto es de lo que vamos a hablar.
Mi opinión sobre Fauces de la noche
Fauces de la noche nos cuenta la historia de una tregua entre vampiros y humanos. Desde hace siglos lo vampiros viven en la sombra, prometiendo no atacar a los humanos y no pasando por una zona en concreto donde viven aquellos que saben de su existencia.
¿Cómo se alimentan entonces? Pues de aquellos que de forma voluntaria quieren formar parte de todo esto.
En esta situación es cuando aparece un joven que convence a su hermano de hacerse pasar por él una noche en su trabajo como chófer privado. Su trabajo: recoger y llevar a dos chicas durante toda una noche por diferentes fiestas.
Lo que no se imagina es que estas chicas en verdad son un par de vampiresa y que además él, sin comerlo ni beberlo, se ha metido en medio de una guerrilla por finalizar de una vez la tregua vampiros-humanos que tanto tiempo lleva activa.
Y de esta forma empieza un film que sobre todo gana por lo bien descrito que está el mundo inmersivo de los vampiros. Sin necesidad de dar mucha explicaciones la película sabe cómo hacer para que sientas que todo ese tipo de mundo podría ser hasta verídico.
Es como un juego de rol hecho realidad. Es más, toda la historia parece una misión de un juego de rol. Conoces el ambiente, te desarrollas en él pero lo importante es una trama en concreto.
Todo esto ha hecho que no pueda quitar de mi mente el juego de rol de Vampiros. Con esa idea de casas, diferentes personajes y diferentes formas de actuar, Fauces de la noche me ha recordado de mucha maneras a este juego.
Me podría imaginar cientos de historias más en este mismo ambiente, interrelacionadas entre sí aunque los personajes fueran diferentes. Sí, sin duda Fauces de la noche tiene mucho rollito a juego de rol.
Y eso es precisamente lo que me ha convencido, junto con el hecho de que el film tiene un sinfín de caras conocidas que hacen su cameo.
Aunque no es un peliculón, ni tampoco es la historia de vampiras bolleras que tenía en mi cabeza, lo cierto es que no me ha desagradado.
Fauces de la noche sabe jugar bien con la intriga y los momentos de tensión, creando un buen ambiente vampírico adolescente para darnos una historia que cumple todos los requisitos para entretenernos y hacernos pasar un buen rato.
Si te gustan las historias de vampiros, te recomiendo darle una oportunidad a ésta.