
No sé qué acabo de ver, pero sin duda Feria: La luz más oscura no era para nada lo que me esperaba que iba a ser. No sé qué he visto, pero sin duda tampoco sé cómo he sido capaz de terminar una historia como esta.
De verdad que me esperaba algo más, y en cambio me he encontrado con una historia que, para pillarla, hay que hacer cábalas en el mal sentido. Una pena que ocurra esto con la historia, ya que en el fondo Feria: La luz más oscura tenía bastante potencial.
Pero, ¿por qué ocurre esto? De eso precisamente vamos a hablar.
Mi opinión sobre Feria: La luz más oscura
Feria: La luz más oscura nos cuenta la historia de un pueblo aparentemente normal, pero todo cambia el día en el que aparece una gran parte de la población muerta en la mina.
En ese momento dos hermanas, las protagonistas de esta historia, descubrirán que sus padres formaban parte de una extraña secta que cree que nuestro mundo no es real y que hay que abrir unos sellos para que la puerta al Reino se abra, y todos podamos vivir sin dolor y sin malestar.
De esta forma se inicia una historia de misterio donde priman dos cosas: por un lado la realidad, aquellos que no creen en el Reino y que piensan que todo es mentira, y por otro aquellos que creen que el Reino existen y quieren seguir todos los pasos para abrir las puerdas.
¿Cuál es el fallo de Feria: La luz más oscura entonces? Sinceramente, que sobra guión. La serie avanza terriblemente lenta, se alarga en exceso las cosas y se pierde la tensión. Solo en los últimos capítulos, cuando se inician acontecimientos en cadena que acaban desembocando en el final, se aprecia de nuevo la tensión inicial.
El resto es en muchas partes relleno, unido al hecho de que las cosas no tienen sentido y se nos intenta mostrar una realidad onírica que no termina de cuajar. De nuevo, la idea no estaba mal pero todo en conjunto está bastante mal construido.
Le falta alma, le falta fuego… Todo se aplana y pasa, haciendo que caigamos en un capítulo tras otro sin que la serie termine, sin que lleguemos a una conclusión de toda la trama cuando, en el fondo, es lo que ya queremos que pase.
Como digo, los dos últimos capítulos hacen que se salve y se mantenga de nuevo el ritmo que debería haber tenido desde el principio – aunque tengo que decir que ese final abierto hace que de nuevo caiga en picado todo lo conseguido -.
En resumen, y como puede notarse, Feria: La luz más oscura no me ha gustado. Me esperaba mucho más, y lo cierto es que la trama me llamaba la atención, por lo que todos estos capítulos han compuesto una desilusión.
Una pena, ya que realmente la serie tiene potencial. Pero algo no cuadra, no termina de cuajar, como si esa irrealidad que nos cuentan se plasmase en la serie, haciendo que también sea irreal.