
Quien me conoce sabe bien esa necesidad que tengo de ir recopilando leyendas y mitos de España, tan perdidos y olvidados que muchas veces no sabemos qué caracteriza ni a nuestra comunidad. Y por eso tenía ganas de que se cruzase por mi camino Historia del Reino de Valencia en pildoritas.
Mi opinión sobre Historia del Reino de Valencia en pildoritas
A pesar de ser alicantina y echar de menos mi terreta cada vez que vuelvo unos días de vacaciones, es sorprendente lo poco que sé de mi propia comunidad. Y como a mi se que les pasa lo mismo a mucha más gente, que no saben realmente lo amplia que es nuestra riqueza cultural.
Aunque alguna que otra leyenda me sabía, incluso les restaba importancia. ¿Nuestras historias de gigantes y dragones? Parecían poca cosa en comparación de las meigas gallegas, la diosa Mari del País Vasco o el Ojáncano de Cantabria.
Tanto era así, que incluso no me daba cuenta que nuestras historias también eran leyendas, mitos, cuentos contados en una hoguera; y que, por tanto, eran igual de interesantes.
Historia del Reino de Valencia en pildoritas me ha hecho reconectar con todas esas historias, acordarme de ellas y descubrir todavía cosas nuevas que me eran desconocidas por completo. Por ejemplo, ¿cómo te dejo si la Coca Cola se inventó en un pueblo de la Comunidad Valenciana?
Porque este libro no solo se centra en historias místicas, sino que es una combinación entre temas más o menos actuales, leyendas religiosas, personajes míticos y leyendas urbanas.
En resumen: Historia del reino de valencia en pildoritas es un libro que recoge esas historias que nos contamos, independientemente del tiempo que lleven en circulación.
Dicho esto, tengo sentimientos encontrados tras terminar la lectura de este libro. Por un lado, me ha encantado acercarme tanto a nuestra cultura, conocer más a fondo todo lo que representamos y nuestra esencia.
También me ha gustado mucho que cada una de las historias se narren en, como bien dice su autor, forma de pildoritas. Todo son historias cortas, que hacen que la lectura sea amena y sencilla, que no se nos haga para nada pesado leer este libro.
Lo que sí que no me ha gustado es el humor del autor. Sintiéndolo mucho, porque se nota que es una persona apasionada con lo que hace y que sabe mucho sobre el tema, hay toques de humor que se me han hecho extremadamente pesados.
Es como si todo el libro fuese una mezcla entre chistes que podría hacer tu cuñado en la cena de navidad con momentos históricos muy claros y muy interesantes. Y, personalmente, todo ese humor un poco pasado se me hace pesado y me echa para atrás.
Es este humor lo que ha hecho que el libro incluya una pesadez extra innecesaria. Las «pildoritas» son más que suficientes para hacer un libro entretenido y ameno, pero después de cuatro chistes ya sí necesitas descansar un rato.
Dicho esto, lo cierto es que he aprendido mucho con Historias del reino de valencia en pildoritas. Es un buen libro para introducirse en todo lo que esconde la Comunidad Valenciana.