
Sin duda, lo que Netflix ha dejado claro es que sabe sorprendernos con las segundas partes de sus realities. La temporada 2 de Jugando con fuego lleva la serie a otro nivel, haciendo que sea muy distinta de la anterior.
Si la primera ya fue trasgresora, esta va un paso más allá y busca a los participantes idóneos para darnos diez capítulos que más bien poco se parecen a los primeros.
Mi opinión sobre la temporada 2 de Jugando con fuego
Y es que la temporada 2 de Jugando con fuego tiene a unos concursantes a las que las normas se la sudan bastante, y nuestra robot favorita Lana tendrá que ir mucho más detrás para hacer que aprendan la lección que este «retiro» presenta.
¿Lo conseguirán o son un caso perdido? Eso es lo que nos plantea esta segunda temporada, donde es mucho más probable que dudemos de si lo conseguirán o se quedarán a las puertas.
Admito que los concursantes de la primera me cayeron mucho mejor, y que el mensaje fue mucho más potente, pero si quieres salseo sin duda la temporada 2 de Jugando con fuego pone toda la carne en el asador para conseguirlo.
En comparación, la primera temporada se vuelve muy suave, mientras que esta nos hace sentir todavía más que estamos en un capítulo de La isla de las tentaciones.
¿Recordáis todo lo que se decía sobre la última temporada de La isla de las tentaciones y como la comparaban con la primera? Pues básicamente esto es lo que ha pasado con la segunda temporada de Jugando con fuego.
Incluso me ha sorprendido que finalmente acabe en diez capítulos, cuando estoy segura que habría dado para muchos más.
Aun así, siento que en esta temporada se ha conocido mucho menos a los concursantes. Cada día pasaba una cosa, lo que hace que al final no profudicemos tanto en cada uno de ellos.
Eso hace que tenga sentimientos encontrados ante la temporada 2 de Jugando con fuego que, a pesar del salseo, se me ha hecho levemente aburrida en algunas partes.
Al ser siempre lo mismo – romper las normas una y otra vez -, vemos menos todas esas partes más emocionales que sí destacaron en la primera temporada y que hicieron de la misma un reality con un mensaje bastante interesante.
Aun así, me ha gustado cómo termina la temporada y la evolución de los personajes. Entiendo que si se hubiesen centrado más en los sentimientos de los personajes habría sido más entendible el final, pero aun así me ha gustado el cambio que han vivido a lo largo de estos capítulos.
Sin duda Jugando con fuego es un reality con una premisa de lo más interesante que sabe demostrarnos que además sabe innovar. Me pregunto qué harán si se animan a hacer una tercera temporada, pero sin duda no dejará frío a nadie.
La temporada 2 de Jugando con fuego puede gustarte más o menos, pero lo que está claro es que ha sabido ser muy diferente de la primera temporada y hacer que la misma premisa vuelva a resultar interesante.