
Cuando empecé a ver La dama de los muertos la verdad es que no me esperaba tanto que me enganchase esta serie sueca que sabe combinar bien el misterio para darnos seis capítulos la mar de interesantes.
Porque la historia de esta mujer que se toma la justicia por su mano, y de la que no sabemos realmente qué le ocurre o qué hay oscuro en ella, es una historia que engancha y deja con ganas de más.
Aunque la serie ya cierra el misterio en estos seis capítulos, lo deja todo entreabierto de tal forma que no me extrañaría que hubiese una segunda parte.
Mi opinión sobre La dama de los muertos
Pero, ¿de qué va La dama de los muertos? La serie nos cuenta la historia de Blum, dueña de una funeraria y que habla con los muertos de vez en cuando – no se sabe si por algún tipo de don, o porque le pasa algo -.
El caso es que un día su marido muere, atropellado por un coche que se da a la fuga. Y, aunque parece un homicidio imprudente, ella empieza a sospechar que realmente hay algo más.
Es así cuando descubre que su marido estaba investigando una trama que parece salpicar a hombres muy importantes de la ciudad. ¿Qué hace entonces Blum? Tomarse la justicia por su cuenta para dar caza a los asesinos de su marido.
Poco más se puede contar de La dama de los muertos, más allá de que es mucho más interesante de lo que me esperaba. La serie mantiene la intriga por completo, sabe medir muy bien todas las escenas y, además, consigue que conectemos con esa protagonista con cierta falta de empatía, pero que sin duda tiene unos ovarios igual de grandes que una catedral.
Aunque tengo que admitir que me esperaba que su faceta de hablar con los muertos se mostrase más, y que realmente iba a ser algo que importase bastante en la serie, al final incluso no me ha importado que no fuese así.
Es decir, La dama de los muertos parece una serie que se centra mucho en una chica que habla con los muertos, pero todo lo contrario. Las escenas un tanto paranormales son escasas, y realmente la serie se encamina por otros derroteros.
Dicho esto, os recomiendo plenamente que le deis una oportunidad a La dama de los muertos. La serie está muy bien contada, transmite por completo la esencia que esperamos de las series policiacas del norte – más tipo Noruega, pero para que os hagáis una idea -, y los paisajes nevados de los Alpes es una delicia verlos.
Una pequeña serie perfecta para ver en un fin de semana que se hace muy rápida de ver, que ocurre a un ritmo frenético y que cuenta una historia interesante que juega con algo a su favor: si se queda aquí, estaría perfecto, pero si se continúa seguramente se pueda incluso sacar más chicha de un personaje como Blum.
¿Volveremos a ver a Blum en la pantalla? Solo el tiempo lo dirá.