La escuela del bien y del mal

La escuela del bien y del mal

Cuando Netflix empezó a anunciar La escuela del bien y del mal inmediatamente supe que era una de esas pelis mamarrachas que no debía perderme. Lo que no me imaginaba es que sería de esas pelis mamarrachas que me engancharían por completo e incluso me sorprenderían.

Al igual que me pasó con Érase una vez… Pero ya no, me atreví a juzgar el libro por su portada y cuando quise darme cuenta estaba intrigadísima ante el tremendo salseo que nos plantea esta película.

¿Por qué? Pues de eso vamos a hablar precisamente en este artículo.

Mi opinión sobre La escuela del bien y del mal

La escuela del bien y del mal nos cuenta la historia de dos amigas de toda la vida que viven en un pueblo alejado de la mando de Dios en el que sus vidas no es que sean extremadamente agradables.

Por un lado tenemos a Sophie, que sueña con ser princesa y cambiar el mundo, y por otro a Agatha, que de toda la vida le han dicho que es una bruja.

Cuando descubran que existe una escuela dividida entre héroes y villanos, ambas acabarán sumergidas en un mundo de lo más extraño y dividido: La escuela del bien y del mal.

¿Cuál será la sorpresa entonces? Sophie, que siempre quiso ser princesa, acabará en la escuela de los villanos mientras que Agatha, que siempre ha huido de ese mundo, será elegida para estar en esa escuela llena de príncipes y princesas.

Con esta premisa empieza una historia de lo más curiosa que juega con los arquetipos y los clichés para en el fondo mostrar una cosa: lo absurdo que es muchas veces dividir las cosas entre buenas o malas.

La escuela del bien y del mal incluso se atreve a hacer críticas humorísticas hacia cómo se han construido los héroes y los villanos en los últimos tiempos. Por esa razón las princesas solo aprenden a maquillarse y a sonreír, los príncipes a proteger a su amada mientras que los villanos tienen que aprender a aceptar su fealdad interior y exterior, y quererse tal y como son.

De esta forma se desarrolla un film que admito que es mucho más entretenido de lo que me esperaba. Me imaginaba el típico film para poner un poco de fondo sin más, pero lo cierto es que acabé enganchadísima.

Es más, incluso me sorprendió la calidad de sus efectos especiales. No son de diez tipo los dragones de La casa del dragón, pero están muy bien para el tipo de película que había concebido en mi cabeza que era este film.

En resumen, si no sabéis qué ver en Netflix y os apetece ver algo entretenido, que de algo de pensar pero no sea extremadamente profundo, y que pueda funcionar para ver en familia, La escuela del bien y del mal es una buena opción.

Eso sí, no entiendo esa manía de Netflix de sacar tantas películas con un final abierto y luego no hacer continuaciones… Ya ha pasado con tantas, que ciertamente tengo pocas esperanzas con que haya una Escuela del bien y del mal 2.

¿Has visto La escuela del bien y del mal?

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