
Aunque al ver el trailer me llamó la atención y no supe discernir muy bien por qué, lo cierto es que La peor persona del mundo estaba recibiendo muy buenas críticas que hicieron que mi hype aumentase ante el desconocimiento de esta historia – y, aún así, sigo sorprendida de lo poco que se ha mencionado en los Óscars -.
Pero, ¿de qué va esta historia y qué es lo que la hace tan especial? Pues es difícil de explicar, pero eso es lo que vamos a tratar en esta entrada, de forma que sepas por qué debes de darle una oportunidad a esta película.
Mi opinión sobre La peor persona del mundo
La peor persona del mundo nos pone en la piel de Julie, una joven que, desde el minuto uno, notamos que no sabe muy bien cuál es su hueco en el mundo; va yendo de un lado a otro, sin encontrar su camino y sin saber dónde centrarse.
Pero será entonces cuando conozca a Aksel, un hombre bastante mayor que ella que ha triunfado y sabe muy bien cuál es su camino. De esta forma comienza una historia que destaca sobre todo por el viaje que se inicia a partir de esto.
A pesar de lo que podamos pensar, y es que La peor persona del mundo pinta como una historia de amor, lo cierto es que está muy alejada de todo esto. Porque este film realmente es el camino de la joven, el paso del tiempo y cómo va aprendiendo a conocerse a sí misma, tanto por ella sola como por las interacciones humanas y relaciones que van surgiendo.
Nosotros como espectadores nos introducimos en su vida de una forma un poco voyeur, como si estuviésemos accediendo a pequeños trozos de su vida que van explicando poco a poco esa sensación de desarraigo y pérdida que siente mucha gente cuando sabe que vale mucho pero es incapaz de encontrar su camino.
Por tanto, no es de extrañar que toda la película se cuente en forma de capítulos – en total doce capítulos, además de un epílogo y un prólogo -. Esto hace que se cree todavía más la sensación de que estamos ante una historia en la que somos intrusos, viendo esa intimidad que la rodea y conociendo cada vez más a la protagonista e incluso cuando ella no se conoce.
Toda esa intimidad que se plasma incluso lleva a escenas donde se ven penes, esa cosa prohibida en el mundo de Hollywood, donde pocas veces vemos uno en primer plano y las escenas de sexo se dejan intuir – claro está, esta película no es made in Hollywood -.
Sin duda, recomiendo ampliamente ver La peor persona del mundo. Solo por la actuación de la actriz principal merece la pena, pero es que nos encontramos ante una película que gana por muchísimas cosas más.
Una pequeña maravilla que es una pena que no haya destacado más en los Oscars, porque es de las que más me ha gustado de todas las que he visto de los Oscar de este año hasta el momento. Os aseguro que La peor persona del mundo no os defraudará.