
A veces sólo se necesita una pluma, en el sentido más literal y figurativo de la palabra, para llevarnos fuera de nuestro planeta. Y es que La tierra de la luna roja es una novela que nos transporta de lleno a otro mundo, con una historia de fantasía deliciosamente entretenida y fácil de leer.
Mi opinión sobre La tierra de la luna roja
Sara es una estudiante de periodismo que se ve envuelta en un conflicto milenario sin comerlo ni beberlo. Seguiremos sus pasos a través de Nacta, un mundo oscuro que curiosamente servirá para que ella brille con más fuerza y descubra cosas sobre sí misma que desconocía.
No se puede contar mucho más sobre La tierra de la luna roja sin entrar en spoilers, porque lo cierto es que no es una historia muy larga. Es una novela ligera y entretenida con la que disfrutaremos de las aventuras de esta joven, porque que sea una historia corta no significa que no podamos meternos de lleno en la historia.
Mikel Iturbe García es la persona detrás de este libro. Una historia de la que todavía quedan muchas cosas por contar, por lo que estoy segura de que veremos más de este autor y del mundo que ha creado en los próximos años. O por lo menos eso espero.
Una de las cosas que más me han gustado de La tierra de la luna roja ha sido su forma de tratar la amistad. Lo hace con una naturalidad y una cercanía increíble, y eso es algo que destaca mucho en todo la historia.
Sin duda, una de las partes más importantes del argumento no es la fantasía en sí, sino la forma en la que plasma la amistad, el cómo muchas veces podemos conectar más con personas que conocemos desde hace sólo unos meses que con alguien con el que hemos convivido toda la vida.
Es más, admito que esperaba que metiese algo de romance, pero me alegro de que no lo haya hecho.
No sé si soy yo o qué, pero casi que me parecía que había algún tipo de triángulo amoroso entre Mealla, Sara y Marcos. Me he pasado gran parte de la historia pensando que al final tiraría por lo fácil y juntaría a Sara con Marcos, pero de por medio estaba Mealla… Y de verdad que fangirleo un poco al pensar que pueda existir la posibilidad de que Sara y Mealla puedan acabar juntas.
Por eso mismo creo que me gusta la idea de que no se haya visto ninguna clase de romance. Esto hace que todo quede más abierto, y que podamos pensar nosotros mismos si Sara en un futuro acabará con alguien o no.
Mikel Iturbe García es un autor novel, y es cierto que eso se nota en el ritmo de la historia, pero sorprende su manera de escribir. Está bien cuidada, y se nota que ha mimado su estilo y sus palabras para crear una historia muy completa, entrañable e interesante.
Sin duda, un libro recomendable para los amantes de la fantasía que quieran dar una oportunidad a nuevos autores.