Las cosas que perdimos en el fuego: Una grata sorpresa

Las cosas que perdimos en el fuego

Ya desde hace tiempo tenía muy buenas referencias de Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez, pero lo cierto es que no tenía ni idea de qué trataba este libro.

Fui con la mente en blaco, dejándome llevar totalmente, y fue así como acabé leyendo una recopilación de relatos cortos que juegan con el terror psicológico para darnos unas historias deliciosamente turbias que, a la vez, tienen un punto social muy interesante.

Dicho esto, incluso me arrepiento de no haberlo leído en su idioma original – el español – y haberlo hecho en inglés, porque estoy segura de que la prosa de Mariana Enriquez gana mucho en su idioma nativo.

Mi opinión sobre Las cosas que perdimos en el fuego

 

Las cosas que perdimos en el fuego es, como decía, una recopilación de relatos breves centrados en el terror psicológico, más en lo que nos lleva a pensar que en lo que realmente se ve en toda la historia – creo que muy pocos son realmente explícitos, en mi opinión -.

Pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial? Precisamente que es un libro que no solo tiene un terror muy fino, muy psicológico y con una prosa muy estratégica, sino que tiene otras cosas: se centra en Argentina, pero nos habla desde el punto de vista de personajes empobrecidos, de la parte que menos se habla dentro del país, y a la vez tiene una mirada muy femenina en cada una de sus historias.

Centrándome más en el primer punto, la autora nos lleva por suburbios, chabolas, personajes que no viven de forma acomodada, que usan las drogas para huir o que tienen algo que esconder.

En general sientes que está sacando los trapos sucios de su país, y que lo hace de una forma muy sutil a través de historias que realmente no son sociales, sino que son de terror.

Creo que es este hecho lo que ha hecho destacar tanto Las cosas que perdimos en el fuego, porque sin duda es muy interesante cómo mezcla esa atmósfera para crear historias que no son reales, pero se apoyan en hechos tangibles.

A esto se le añade que estamos acostumbrados a ver historias de terror escritas por hombres, y en cambio la mujer muchas veces está relegada a otros géneros como la fantasía o el romance.

Mientras que el terror y la ciencia ficción están muy copados por hombres, la fantasía y el romance está lleno de mujeres – aunque eso no quita que haya grandes autores de ambos géneros en cada uno de estos tipos de literaturas -.

Por eso se agradece tanto que haya una mujer que destaque en la literatura de terror, y que además sea una autora hispanohablante que usa el terror psicológico para mostrar las penurias de su país.

De verdad que os recomiendo totalmente Las cosas que perdimos en el fuego. No me esperaba que fuera para nada así y me ha encantado, y ha conseguido su objetivo a la vez: ponerme los pelos de punta con sus historias.

¿Has leído Las cosas que perdimos en el fuego?

4/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

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