Life Is Strange: millenial con superpoderes

Análisis de Life is strange

Quien me conoce bien sabe lo mucho que me gustan las historias que tratan los viajes en el tiempo. Cierto es que cada vez es un tema más trillado, pero qué quieres que te diga… a mi cada historia que juega con el tiempo me parece única. Y por eso he disfrutado de esta pequeña maravilla como si desconociera completamente la Teoría del Caos.

¿Por qué merece la pena jugar a Life is Strange?

Life is Strange cuenta la historia de una semana apocalíptica en Arcadia Bay. Max, que ha regresado a este idílico pueblo hace muy poco, tiene una extraña visión de un tornado que arrasa con todo lo que conoce. Su normal vuelta a clases se complica cuando matan a una chica ante sus ojos y consigue inexplicablemente rebobinar el tiempo para salvarla.

Escena de Life is Strange

A partir de entonces toda su vida cambiará de golpe, viéndose involucrada en la búsqueda de Rachel, una chica que desapareció antes de que llegase al pueblo, mientras aprende a controlar sus poderes y recupera la relación con su mejor amiga de la infancia, Chloe.

Lo que empieza con un inicio suave, de aventuras, se va convirtiendo poco a poco en un verdadero drama. En sus 5 capítulos las decisiones que vamos tomando se complican progresivamente, hasta que nos damos cuenta de todo el mal que puede hacer que juguemos con el tiempo.

Llegado un punto, Life is Strange recuerda a la película de El Efecto Mariposa (Eric Bress 2004), junto a un aire a Donnie Darko (Richard Kelly, 2001). Y es que el juego parece un film en el que nosotros tenemos el poder de decidir cómo acaba.

He echado de menos que hubiese un mayor efecto entre todas las decisiones que tomamos y el final. Después de 5 capítulos, que una sola decisión sea la que determine todo me dejaría fría si no fuera porque Life is Strange juega con nuestros sentimientos como quiere.

Jugar a Life is Strange

Y aunque no puedo quejarme, porque la historia está muy bien contada, hubiese estado bien un poco más de libertad a la hora de tomar las decisiones.

Otro de los puntos fuertes del juego es la relación entre Chloe y Max. Dontnod trata su química de forma muy jovial y entrañable, dejando notar constantemente el desarrollo de la confianza entre ambas pero sin explotar un factor que hubiese sido innecesario.

Y, a pesar de un apartado visual competente, tengo que dar la razón a los jugadores que dicen que a las caras les falta cierta expresividad. Aunque esto no impide que nos metamos totalmente en el drama del juego, sí es verdad que quita cierta inmersión a Life is Strange.

Algo que me ha encantado del juego ha sido la música. Desde el primer momento, cuando Max se pone los auriculares y empieza a andar por los pasillos del instituto, se sabe que la música va a ser imprescindible. Y por eso mismo no es lo mismo cuando quitamos el volumen, lo que hace que se pierda una gran parte de la experiencia del juego.

En general, Life is Strange es un juego corto, sencillo de jugar, pero con una historia de lo más completa que lo convierte en un imprescindible.

¿Me recomiendas algún juego que se parezca a Life is strange?

4.5/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

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