
Allá por la primera década de los 2000, Los Sims estaban en pleno auge. En ese momento a EA no se le ocurrió otra cosa mejor que explotar al máximo la saga, algo que por una vez agradezco.
Y durante esos años no sólo disfrutamos de Los Sims 2 y todas sus expansiones. Porque podíamos ser gerentes de un hotel de Las rarezas en la DS, ser reporteros en la Advance y buscar misterios raros en la PSP. Y entre todos ellos también salió Los Sims: Historias de náufragos.
Básicamente es lo que te estás imaginando: los sims, pero náufragos. Con la premisa de estar en una isla «desierta», EA nos dió la oportunidad de meter a los sims que tantos nos gustaban en un nuevo ambiente.
Pero en lo que se diferenciaba Los sims: Historias de náufragos era que tenía un modo historia. Que sí, que todos sabemos que en el fondo los sims tiene una historia y que puedes decidir seguirla o no… pero aquí está más claro que hay que seguir las pautas.
Así que, como estoy en modo 2000 por completo, hoy desempolvo un juego de la época para contaros qué tal ha envejecido una de las historias más olvidadas de los Sims.
El modo historia de Los Sims: Historias de náufragos
Sin duda, lo que más merece la pena de este juego es su modo historia. Los Sims: Historias de náufragos nos pone en la piel de nuestra o nuestro protagonista, un sim que básicamente estaba en unas vacaciones para ligar y acaba naufragando en una isla llena de misterios.
De esta forma empieza una aventura sencilla y sin complicaciones con una historia de lo más lineal con la que por lo menos echaremos la tarde. Y es que lo más interesante es averiguar qué nos esconde la isla, pero de supervivencia al límite poco encontraremos.
Lo curioso del asunto es que conforme avanza la historia te das cuenta de que el objetivo no es sobrevivir: EL OBJETIVO FINAL ES ENAMORARTE Y CASARTE. Vamos, que estás en una isla desierta pero sobre todo lo que vas a tener que hacer es tener citas y elegir quién va a ser tu próxima pareja.
Porque sí, a tu sim le prometieron unas vacaciones donde ligar y eso es lo que va a obtener, por mucho que haya naufragado.
Lo malo de este juego es que tiene muy poca libertad de elección. Te hace creer que eres libre de hablar con quién quieras y decidir tu vida… PERO ES MENTIRA. Y precisamente lo que mola de los sims es su libre albedrío.
Lo que más se salva de este juego es que tienes un orangután como amigo y que puedes manejarlo. Pero bueno, por lo menos entretenerte pasando los diferentes capítulos te entretienes.
El modo libre de Los Sims: Historias de náufragos
Aquí Los sims POR FIN tienen libre albedrío, pero el juego es tan limitado que para hacer una familia juegas ya directamente a Los sims 2, vaya.
Es interesante si quieres que tus sims vivan en una choza, tengan muebles con un estilo muy de náufrago y puedan comer papayas y cocos directamente del árbol.
El modo familiar no tiene mucho más, y encima sólo hay tres profesiones: cazador, recolector y artesano. Vamos, una versión de lo más simple del juego de Los sims que podría haberse explotado quizás un poco (sólo un poco) más.
Conclusión sobre Los Sims: Historias de náufragos
He jugado a muchos (MUCHOS) juegos de Los Sims. Me considero una fanática de su trama, de su modo de juego, de todo lo que ofrece, y sin duda este ha sido una decepción.
Ahora entiendo por qué no jugué en su momento. Con los juegazos de Los Sims que estaban sacando en ese entonces, este se hace excesivamente simple. VAMOS A VER QUE SI YO VOY A LA ISLA MI OBJETIVO ES SOBREVIVIR Y YA LIGAR QUE SEA LO SECUNDARIO, NO LA HISTORIA PRINCIPAL.
En serio, a quién se le ocurriría sentarse y pensar que nos gustaría ver un First Dates sim en una isla perdida.