Me parece sorprendente cómo, con lo mucho que me gustó el juego de Mascarade, me ha costado tanto hacer una entrada sobre el mismo. Admito que escribir sobre este juego me daba pereza, pero es tan injusto que realmente se merece que haya una entrada en el blog sobre este juego de mesa.
Por esa razón, hoy vengo a hacerle justicia a un juego de mesa que es perfecto para jugar en grupo, sobre todo si buscáis algo sencillo donde no tengas que comerte mucho la cabeza, las reglas sean sencillas y el entretenimiento esté asegurado.
¿Qué es el juego de Mascarade?
Entonces, ¿qué es realmente el juego de Mascarade? Imagínate una especie de Mentiroso pero en bonito, porque más o menos esto es lo que te vas a encontrar.
Mascarade es un juego de cartas para varios jugadores donde cada uno tendrá su personaje, y nadie sabrá quién es quién. ¿El truco? Cada carta de personaje tiene una habilidad especial en su turno, por lo que tendrás que decir quién eres para poder usarla.
Es ahí cuando entra el quid de la cuestión: ¿estás mintiendo para aprovechar la habilidad de un personaje en concreto o de verdad eres ese personaje? Esto es lo divertido de este juego de mesa, y lo que nos transporta mucho a la idea de estar jugando a un mentiroso que se ha modernizado.
Más o menos con esto ya os podéis hacer una idea de lo que os espera jugando al Mascarade. Y es que sin ninguna duda es muy divertido.
Cómo jugar a Mascarade
Entonces, ¿cómo se juega al Mascarade? La premisa es básicamente esta: cada uno tiene una carta de jugador, y la tiene boca abajo. Realmente no sabes cuál tienes boca abajo, por lo que tendrás que ir haciendo cábalas con lo que sabes que tienen tus compañeros para hacerte una idea de lo que tienes tú.
Como en un baile de máscaras, tu carta puede ir rotando con la de tu compañero, de forma que sea más complicado saber quién tiene qué. Pero tener en cuenta esto es clave, ya que es lo que nos ayudará a ganar y usar a nuestro favor el poder o los falsos poderes de nuestra carta.
¿Cómo ganaremos la partida? Básicamente gana el que más dinero consiga, en concreto el que tenga trece monedas de oro en su poder. Eso sí… si uno de los jugadores quiebra, también se acaba la partida en ese momento y gana entonces el que más dinero haya conseguido.
De esta forma se desarrolla un juego donde lo importante es conocer qué hace cada personaje y desarrollar nuestra propia estrategia para ganar, teniendo en cuenta que podemos mentir para conseguirlo.
Eso sí, ¡cuidado con la mentira! Si te pillan mintiendo tendrás que pagar un escarmiento, por lo que tienes que ver muy bien cuándo mentir si no quieres que te salga el tiro por la culata.
Teniendo en cuenta todos estos detalles, ¡ya estás listo para empezar a jugar a Mascarade!
