
Cuando se estrenó la nueva película de animación de Disney, Mundo extraño, lo cierto es que sentí que no se le había dado tanto bombo como a otras películas familiares de la compañía.
No es la primera vez que pasa, ya que hay films por los que se apuesta más mientras que otros como Strange World, Red o Soul quedan un poquito relegados. Pero justamente son estas películas las que más me sorprenden, y las que guardan un mensaje de lo más interesante que también demuestra el ahínco con el que la compañía busca actualizarse a los tiempos modernos.
Es por esto que Mundo extraño ha sido toda una grata sorpresa. Un film de aventuras a lo Indiana Jones que esconde mucho más detrás, que es muy inclusivo y muy tierno y que sin duda merece un visionado o dos.
Mi opinión completa sobre Mundo Extraño (Strange World)
El film nos plasma un pequeño mundo que vive aislado por las montañas. Es por este motivo que uno de sus personajes más conocidos es un aventurero que quiere ver qué hay más allá, ayudado de su hijo.
¿Qué ocurre entonces? Que el hijo no tiene las mismas pretensiones que su padre, por lo que éste se irá solo en su aventura mientras que el joven descubrirá una planta con energía que cambiará la ciudad para siempre.
Veinticinco años más tarde, cuando ya ha sido padre y se encuentra en la misma situación que vivió él con su hijo, la energía de las plantas empezará a disminuir y tendrá que adentrarse en el subsuelo de la montaña para ver qué está dañando todo.
De esta forma se inicia una aventura que involucra a toda la familia, y que aunque podríamos definir como un film de aventuras en su superficie, al profundizar nos encontramos cierto tema que le encanta tocar a Disney: las conexiones familiares y cómo hay que dejar volar a los hijos libres, por mucho que no vayan a donde nosotros nos parece más adecuado.
A todo esto se le añade que Mundo extraño es una película de lo más inclusiva, y en el buen sentido. Mientras en otros films queda forzado, y se nota que lo hacen por cumplir, aquí se muestra de forma natural a un protagonista homosexual y a un perro con tres patitas.
Y todo esto se trata con naturalidad, sin aspavientos, normalizándolo tal y como tendría que ser. Y parece mentira que a estas alturas todavía nos sigamos alegrando cuando vemos que en un film se plasma bien.
En resumen, Mundo extraño me ha sorprendido y me ha encantado a partes iguales. Parece que no da mucho de sí, pero todo lo contrario. Es un film con mucho encanto, que trata temas importantes y que a la vez es entretenido.
Strange World es perfecto para ver en familia, y es de esos films que te dejan el corazoncito contento una vez la has terminado de ver. Ojalá más películas como esta.