
No me gustan las series de narcotraficantes. De verdad que lo he intentado, pero no es lo mío. Ya probé con Breaking Bad, y la mayoría de las temporadas fueron un suplicio.
Pensaba que nunca más me volvería a pasar eso, pero es que Narcos ha sido peor. Y con esto no quiere decir que sea una serie mal hecha ni nada por el estilo, más bien todo lo contrario, pero lo que pasa es que no consigue llegarme como otras series sí saben hacerlo. Esto es lo primero que debéis saber antes de leer qué me ha parecido la última temporada de Narcos.
Mi opinión sobre la tercera temporada de Narcos
Estaba todavía por la segunda temporada de la serie cuando Netflix empezó a sacar la publicidad de la tercera. Y yo, inocente de mi, tardé un tiempo en darme cuenta de que Pablo Escobar iba a morir y que iban a centrarse en narcos diferentes. No es que Pablo Escobar me cayese muy bien, más bien me parecía un tío repulsivo, pero Narcos triunfaba en parte porque se apoyaba en su figura, en lo que supuso para Colombia.
En mi opinión, bien podrían haber contado la historia de una forma más lenta y que se siguiese centrando en Pablo Escobar. En cambio, la idea de cambiar en cada temporada de «malos» lo único que va a hacer es que nunca terminemos de empatizar con los personajes y que la serie pille un aire a True Detective (y todos sabemos el chasco que fue la segunda temporada al cambiar de historia…).
El caso es que, a pesar de todo esto, los de Netflix han sabido contar una historia simple y bien hilada sin perder parte de la esencia que caracteriza la serie. Hay más acción, más sangre, más malos. Como cuando en las películas de acción deciden aumentar las explosiones con cada entrega que sacan. Y esto es un acierto para el público al que le encantan estas cosas pero a mi, que las historias de narcotraficantes me cuestan, me sirven para perderme aun más con la trama.
Algo que sí es cierto es que en esta temporada han conseguido que empatice más con los personajes. Creo que mi problema con esta serie es que ningún personaje consigue caerme bien, exceptuando a Javier Peña (Pedro Pascal), y eso muy de vez en cuando. Y en esta temporada, aunque siguen sin caerme bien, por lo menos he conseguido empatizar un poco con algunos de los protagonistas.