Ocho apellidos catalanes: Incluso mejor de lo que pensaba

Cartel Ocho apellidos catalanes

Suelen decir que las segundas partes nunca son buenas y, aunque siempre hay excepciones, en Ocho apellidos catalanes lo cierto es que la frase se cumple levemente aunque no tanto como me esperaba.

Había oído muchas veces que la segunda parte de la famosa película Ocho apellidos vascos había dejado frío a más de uno y, aunque este no ha sido mi caso, sí admito que no era necesaria una continuación para nada y que ahí reside su fallo.

Película Ocho apellidos catalanes

Mi opinión sobre Ocho apellidos catalanes

 

Ocho apellidos catalanes nos muestra qué ha pasado después de que Rafa y Amaia rompan. En la primera película dejábamos a la pareja en plena «Luna de miel», pero ahora nos encontramos en un momento donde han roto.

El destino volverá a unirlos por un motivo: Amaia va a casarse; además, va a hacerlo con un catalán. Rafa al enterarse ni corto ni perezoso se presentará en la boda, y todo con un objetivo claro: hacer que Amaia vuelva con él.

Y de esta forma comienza una película donde las caras conocidas se juntan con caras nuevas, pero siempre siguiendo el mismo patrón que caracterizó a la primera parte: hacernos reír de los clichés que tenemos los españoles sobre las distintas provincias de España.

Si en la primera se centraban en los vascos y los andaluces, en esta ocasión se suma a la ecuación los catalanes – y muy muy poco los gallegos -. Esto hace que, a través del humor, se muestre una vez más lo diversa que es España y la cantidad de clichés en los que solemos caer.

Pero, centrándonos más en profundidad en la película, tengo que decir que Ocho apellidos catalanes flojea bastante más que la primera parte. Se nota que la trama no estaba hecha para una segunda parte, y aun así la han hecho y eso se nota.

Esto hace que ciertos personajes se desdibujen y pierdan la fuerza que sí tenían en la primera. Sobre todo podemos notarlo en Amaia, que durante todo el film se convierte en una sombra enfadada y dudosa de lo que realmente fue.

Segunda parte Ocho apellidos catalanes

Lo que he sentido con esta película es que han intentado llevar los clichés todavía más al extremo, exagerando y parodiando mucho más de lo que era en un principio.

Y ahí reside su fallo, en que los personajes se vuelven tan prototípicos que pierde el realismo, la frescura y el humor que sí tenía la primera. Eso se nota sobre todo en el prometido de Amaia, donde podemos ver claramente que el cliché está tan llevado al extremo que incluso pierde su sentido.

Esos mismos clichés más exagerados todavía se llevan al resto de personajes, y eso es lo que ha hecho que la película flojee más.

Aun así, tengo que admitir que me he reído y he disfrutado de Ocho apellidos catalanes. No es un peliculón, pero sí consigue cumplir su objetivo de hacer que nos riamos y pasemos un buen rato.

Simplemente por ver cómo continúa esta historia, no me arrepiento de haberle dado una oportunidad.

¿Has visto la película Ocho apellidos catalanes?

3/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

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