Seaspiracy: La verdad sobre el mar

Publicado el Por Isabel Robleda
Cartel de Seaspiracy

Por todos es sabido que Netflix tiene una gran variedad de documentales que puede sorprendernos en muchos aspectos, por lo que Seaspiracy no me extraña que se encuentre entre ellos.

Después de documentales como El dilema de las redes, El timador de Tinder o Nuestro planeta, está claro que la plataforma apuesta por un tipo de documentales que deje cierto poso al espectador y nos haga pensar.

Y en esto Seaspiracy se lleva la palma, porque sin duda te hace plantearte seriamente qué estamos consumiendo con cada pescado que comemos, y si realmente merece la pena continuar haciéndolo.

Mi opinión sobre Seaspiracy

Seaspiracy es un documental de poco más de una hora donde una pareja, que lucha por el bien del mar, viaja a Japón para ver de primera mano la caza de ballenas, algo que en un primer momento consideran como lo peor que está haciendo el ser humano con el mar.

Pero, mientras van tirando del hilo, irán descubriendo más y más cosas turbias relacionadas con el uso que hace el ser humano del mar, hasta un punto que ya es imparable la investigación que están realizando.

Desde el uso de microplásticos, algo que está presente en gran parte de los alimentos marinos que consumimos, hasta cómo es la pesca en altamar y cómo funcionan las piscifactorías, el documental se va desarrollando de tal forma que ciertamente te quita las ganas de comer pescado.

Y es que algo que queda presente en Seaspiracy es que pensamos menos en los habitantes marinos que en los terrestres. Yo soy la primera: me plantearía primero dejar de comer carne de vaca a dejar de comer pescado.

Pero lo que nos muestra este documental es que precisamente este pensamiento es un error. El mar y sus habitantes son los principales en mantener los ecosistemas del planeta y en hacer que todo funcione como debe funcionar, por lo que nuestro principal esfuerzo, y el primero, debe estar enfocado en protegerlo.

Esto no quiere decir, obviamente, que no pensemos en todo lo demás… Solo que le tenemos que dar la misma importancia, y ser realmente conscientes de lo que está pasando ahora mismo en el océano.

Está claro que el mar es prácticamente inabarcable. Al ser humano se le hace más difícil verlo y comprenderlo, mucho más que un bosque o una selva, y quizás por eso, aunque lo sepamos, no le damos la misma importancia en nuestra cabeza que, por ejemplo, a la protección de los osos panda o de los tigres.

Pero tenemos que hacerlo, porque la vida de todos nosotros, nuestra calidad de vida y la de nuestros descendientes, está en juego. Y el momento de evitar una gran catástrofe marina es ahora, sobre todo si luchamos contra las conspiraciones que precisamente muestra el documental de Seaspiracy.

Sin duda, recomiendo plenamente que le déis una oportunidad a este documental. Te deja mal sabor de boca, pero es más que necesario que nos enfrentemos cara a cara a todo lo que está pasando y ayudemos a poner nuestro granito de arena.

¿Has visto Seaspiracy?

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