Si con la primera ya había demostrado todo lo que podía ofrecer, la temporada 2 de Sex Education ha demostrado que nos encontramos ante una de las mejores series del momento. Ya no solo por romper tabúes, hablar de sexualidad con normalidad y hacer una serie entretenida y fresca, sino por tener una calidad técnica impecable que es toda una delicia ver.
Análisis de la temporada 2 de Sex Education
La temporada 2 de Sex Education vuelve a ponernos en la piel de Otis (Asa Butterfield), ese chaval que se dedica a dar consultas sexuales a sus desinformados compañeros. Si en la primera hablaron de aborto, bisexualidad y muchos temas más, en esta ocasión veremos drogas, el problema de la desinformación y muchos otros.
En plena polémica sobre qué debe enseñarse y qué no en las escuelas, Sex Education sigue poniendo enfrente del espectador una realidad innegable: estamos desinformados sobre el sexo, y todo eso es por culpa del tabú hacia este.
La temporada 2 de Sex Education continua con el mismo ritmo que permite que mientras aprendemos sobre temas desconocidos para muchos – como las lavativas, por ejemplo -, podamos disfrutar de las historias de ese grupo de protagonistas al que se les pilla mucho cariño de forma inevitable. Incluso los más excéntricos, o incluso imbéciles, son tremendamente adorables.
Es inevitable empatizar con todos esos personajes que intentan adaptarse a la crueldad del mundo. Porque Sex Education habla obviamente sobre sexo, pero también trata muchos temas más sobre el desarrollo personal y la sociedad que hacen de ella una serie de lo más profunda.
Sin duda uno de mis capítulos favoritos es cuando la temporada 2 de Sex Education habla sin tapujos del acoso sexual que sufren muchas mujeres, y lo hace con una escena bastante memorable. Si en la primera temporada tuvimos ese «he sido yo», en esta tenemos a ese grupo de chicas rompiendo cosas y apoyando a una amiga que ha sido acosada sexualmente.
A pesar de ser una serie sobre adolescentes, nos encontramos ante una de las series más maduras de Netflix. Toca cualquier tema, y lo hace con sencillez pero a la vez sin negar la crudeza que muchas veces se oculta tras estos temas.
Que haya sabido mantener tan bien el ritmo, sin perder ni una pizca de frescura, es una señal clara de que nos encontramos ante una serie de la que espero podamos disfrutar durante varias temporadas más sin problemas, y todo ello sin perder calidad.
Si todavía no habéis visto Sex Education, de verdad que es una serie que recomiendo ampliamente porque es maravillosa en muchos sentidos. Entretenida, directa y muy real – dejando a un lado el teatro de penes -, da mucho que pensar cuando acabas de verla.
La temporada 2 de Sex Education ha sabido estar por completo a la altura de las expectativas, ofreciéndonos ocho nuevos capítulos que son toda una delicia y que amplían mucho más el mundo que está creando una serie.
Todo un imprescindible de ver donde es imposible no verse reflejado en alguna de las dudas que viven estos personajes.
