
Lo cierto es que tenía muchas ganas de ver qué hacía Marvel con She-Hulk, y más teniendo en cuenta que iba a ser interpretada por una gran actriz como Tatiana Maslany, que demostró todo su potencial con creces con Orphan Black.
Y, ¿la verdad? Lo cierto es que estoy bastante decepcionada con el tipo de serie que han hecho con esta superheróina, y tengo muchos sentimientos encontrados al respecto.
Mi opinión sobre SHE-HULK
Por un lado, me alegra mucho que Marvel se atreva a experimentar y salir de lo preestablecido que tiene que ser el mundo se superhéroes, para darnos una historia diferente que se sale por completo del resto de géneros.
Por esa razón She-Hulk se convierte en una comedia de una joven abogada con superpoderes, intentando lidiar entre su vida laboral, la personal y su nueva personalidad.
Pero ahí se acaba todo, porque hay algo que no puedo evitar sentir… Está bien que haya diversidad, pero echo de menos que antes de encaminarse a una serie así, Marvel no cree una serie típicamente de superhéroes pero con mujeres.
Siento que en este aspecto DC Comics ha intentado hacer más esfuerzos – algunos mejores, y otros peores – con las superheroínas femeninas, y desde la película de Harley Quinn hasta la de Wonder Woman son un ejemplo de ello.
En cambio en Marvel sí, hay películas y series de superheroínas… pero siempre se siente que quedan relegadas a segundo plano frente a los superhéroes masculinos que tienen.
Y esto lo he notado especialmente en She-Hulk – aunque ya con Viuda negra, o con lo que pasó con Wanda, ya era más que notable -. Que mucha gente haya destacado que lo mejor de la serie ha sido la aparición de Daredevil, o esa sorpresa final que nos da Hulk, es una clara muestra de ello.
Y aunque he disfrutado de algunos capítulos de She-Hulk, lo cierto es que se me ha hecho insípida y sin mucho que ofrecer. Creo que han intentando experimentar de más con otros géneros, perdiendo por completo la esencia que es Marvel: el hecho de que al final son superhéroes, por mucho que profundices más o menos en su vida privada.
Es una pena, porque me hubiese encantado ver una serie de una superheroína con superfuerza que fuese increíblemente entretenida, pero tengo que admitir que este no es el caso y que hay capítulos que se hacen tremendamente innecesarios y entran en demasiados clichés femeninos – por mucho que la serie parezca que haga incluso sus pinitos para luchar contra ellos, aunque parece que siempre se queda un poco a medias y no termina de dar un mensaje profundo sobre ello -.
En resumen, ojalá She-Hulk tenga una segunda oportunidad donde pueda dar más de sí, pero lo haga bien. Donde se pueda ver una serie bien construida, interesante y que además tenga un mensaje feminista claro y no endulzado para llegar a todo el mundo ni «herir sensibilidades masculinas».
Una pena, pero no creo que haya sido la única que se haya quedado con una sensación tan agridulce.