Tardo mucho tiempo en ver una película o una serie de nuevo, por lo menos hasta que olvido un poco la trama. Por eso, las películas que puedo ver una y otra vez sin parar son verdaderas excepciones, y más si las disfruto siempre como si fuera la primera vez. Stardust es un ejemplo de esto.
No sólo es una de mis películas favoritas, sino que es una de las pocas veces donde puedo decir que el film ha superado al libro. Sí, está claro que no deja de ser una historia previsible y un tanto infantil, pero tiene un encanto especial que me hace volver a ella una y otra vez.
Mi opinión sobre Stardust
Basada en la novela de Neil Gailman, Stardust cuenta la historia del joven Tristan (Charlie Cox) en busca de una estrella caída en Stormhold, un mundo mágico vecino de Inglaterra, para conseguir la mano de su amada Victoria (Sienna Miller). Lo que no espera es que la estrella tenga forma humana y nombre: Yvaine (Claire Danes).
Con esta premisa empieza un film lleno de aventuras y fantasía. Stormhold es ese mundo donde todo es posible, incluso tener que luchar por el corazón de una estrella. Stardust consigue llevarnos a ese mundo mágico y hacer que disfrutemos como niños con esas tres tramas que se desarrollan al mismo tiempo hasta unirse en una sola.
Con un elenco de actores y actrices que combinan a la perfección, y más de una cara conocida, el film sobre todo destaca por sobrevivir muy bien al paso del tiempo.
Sí, está claro que si se hiciese ahora los efectos especiales serían mucho mejores… pero hay que admitir que no están nada mal para ser una película que ya tiene más de diez años.
Para mi es una de las películas de fantasía de los últimos tiempos que más me han gustado. Es exactamente esa aventura y ese mundo con el que sueñas de pequeño, pero con un toque adulto que hace que sigas soñando de mayor.
Si nunca habéis visto Stardust, o si la viste en su momento y ya no te acuerdas, es el momento de viajar a este maravilloso mundo y descubrir toda la magia que esconde.
Curiosidades sobre Stardust
El film está basado en una novela de Neil Gailman, autor de otras obras como Coraline. El libro tiene el mismo nombre y, aunque la trama es similar a la película, se pueden encontrar bastantes diferencias entre ambas.
El propio Neil Gailman se sentía incómodo al pensar en renunciar en los derechos de su obra y que hiciesen una adaptación cualquiera. Por eso, después de rechazar varias ofertas, ofreció los derechos de forma gratuita a Matthew Vaughn. No sólo se consideraban amigos, sino que el director dio su palabra de que haría una buena adaptación.
Cuando Vaughn presentó su película a Paramount Pictures, estos querían que el protagonista fuese interpretado por alguien como Orlando Bloom. Sólo después de añadir caras conocidas como Robert de Niro o Michelle Pfeiffer se aceptó que Charlie Cox hiciera el papel protagonista.
Entrada escrita por Isabel Robleda (@claraformo)
