The Stanley Parable: ¿Relajación o frustración?

Análisis de The Stanley Parable

Después de varias horas de mi vida gastadas jugando a The Stanley Parable, tengo que decir que no termino de entenderlo. A una parte de mi le parece una obra maestra, mientras que ha otra le ha puesto de los nervios jugar a un juego donde parece que no hay un final concreto.

Eso parece ser precisamente el objetivo del juego, que busca a través de una dinámica sencilla hacer que te estreses pero que a la vez pienses en más de un aspecto filosófico de la vida.

Inicio de The Stanley Parable

Análisis de The Stanley Parable


En The Stanley Parable nos ponemos en la piel de Stanley, un joven oficinista que lleva toda su vida cumpliendo órdenes sin pensar demasiado. Pulsar botones en un ordenador es lo que lleva haciendo durante años, hasta que un día deja de recibir estas mismas órdenes.

Es entonces cuando descubrirá que todos sus compañeros de oficina han desaparecido, a la vez que una voz en su cabeza, conocida como «Narrador», parece estar indicándole qué tiene que hacer.

A partir de ese momento tienes dos opciones: o dejar que esa voz controle tu vida y te lleve a donde tiene pensado guiarte o, por el contrario, intentar llevarle la contraria.

De esta forma nos encontramos con un juego donde hay múltiples posibilidades, y donde parece que nunca llegas realmente al final. ¿Qué es lo correcto: hacer caso al narrador o no hacerlo?

Lo cierto es que The Stanley Parable te hace sentir que da un poco igual lo que hagas. Si sigues las normas o si no, al final sigues sintiéndote como un muñeco controlado por el destino, que no sabe muy bien qué va a pasar ahora.

Finales de The Stanley Parable

Lo cierto es que incluso me pase mucho tiempo esperando un susto que nunca llegó. Esa es la forma que tiene el juego de jugar con tu mente, incluso haciéndote creer que algo malo va a pasar.

La cosa es que algo malo ya está pasando, aunque no lo notes, y es que el juego te hace entrar en tensión y hacer que pierdas los nervios en cualquier momento. Se mete en tu mente, te hace sentir que tu no tienes el control, y eso es precisamente algo que no nos esperamos cuando decidimos ponernos a jugar.

Estamos tan acostumbrados a tener las riendas, que incluso puede hacernos que no comprendamos qué está pasando. Y es normal que The Stanley Parable te cause sensaciones encontradas, porque eso es precisamente lo que busca.

Sin duda nos encontramos ante un juego de lo más peculiar, que experimenta como quiere con el jugador y con el propio juego. Aunque parece que no tiene una dinámica concreta, podemos pasarnos horas y horas jugando sólo con el objetivo de buscarle un sentido.

Tomar decisiones en The Stanley Parable

Quizás pueda parecer que al ver que no lo tiene pierde cierta gracia, pero es interesante encontrarnos un juego con una dinámica como esta. Está cuidado al detalle para hacernos perder el control y llevar nuestra paciencia al límite, pero si nos dejamos llevar descubriremos que hay un sinfín de posibilidades por descubrir.

¿Has jugado a The Stanley Parable?

3/5
Imagen de Isabel Robleda
Isabel Robleda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.