
Vaiana me causaba sentimientos encontrados. Como partidaria de películas como Zootrópolis, pero harta de la fama de Frozen, una película hecha por los directores de ambas podía salir bien o ser excesivamente simple. Y, aunque mi favorita sigue siendo con diferencia Zootrópolis… vi Vaiana dos veces en menos de un día.
Mi opinión sobre Vaiana
Algo que me repateaba en un primer momento de Vaiana es que, con sólo unos pocos días de estreno, ya muchos la tachaban de clásico. A ver, no se puede volver una película un clásico así de primeras, y me parece una forma exagerada de tildar cualquier film de estreno. Por favor, para clásico El rey león.
Cuando pase el tiempo, y la película envejezca bien, ya se verá si se merece el título de clásico. De momento lo que sí puede decirse es que es una película de animación muy bien hecha cuyo estilo ojalá se siga en las futuras películas de Disney.
Del argumento de Vaiana se puede sacar muchas cosas, sobre todo con un segundo visionado. Empezaré diciendo que me encanta el personaje de Vaiana. Es una heroína en toda regla. Con ella Disney intenta alejarse del mundo de las princesas – cosa que ni con Frozen hicieron -. Vaiana es la hija del jefe, y ella solita se encarga de dejar claro que no es ninguna princesa cuando se lo insinúan. También me gusta mucho cómo está hecha, ya que es un estilo, dentro de lo que cabe, más natural. Para mí, es de las mejores heroínas Disney hasta la fecha.
En Vaiana casi todos los personajes fuertes son mujeres. Ya no solo Vaiana, también su abuela es la voz de la sabiduría y la que influye a la protagonista. Es más, en los momentos en los que más lloras es donde ella está presente – pelos de punta con la escena de la raya -. Su madre, aunque aparece poco, es quien le ayuda y ejerce como voz de la razón entre su padre y ella. Y también la diosa principal y creadora es un personaje femenino.
En este sentido, Maui muestra una fortaleza más física que interior. Aunque es un personaje poderoso, un semi dios que no debe de temerle a nada, al final todo es una fachada. Es un personaje pedante en un principio porque es una forma de esconder sus debilidades. Y en ese sentido es Vaiana quien le ayuda a encontrarse, mientras se encuentra a sí misma.
De Maui – además de que su canción es de las más pegadizas – tengo que decir que me encanta su estilo. Un personaje lleno de tatuajes, por mucho que vaya acorde con el tema, es algo con lo que hace un tiempo no se hubiese jugado tanto. En cambio, en Vaiana los tatuajes se vuelven un factor muy importante, tanto para los momentos de humor como para otros más dramáticos. Y oye, que Maui no es el único con tatuajes, ¡la abuela de Vaiana también tiene!
Aunque sea algo enorme e inabarcable, o quizás por eso mismo, también hay que nombrar el papel del océano casi como un personaje más de la película. Es increíble el trabajo que han hecho con él, dándole un carácter que, sin palabras, es capaz de identificarse a la perfección. Junto al pollo de Vaiana, Heihei, se convierte en uno de los que más momentos cómicos y tiernos proporciona – Vaiana de pequeña a la orilla del mar, sólo digo eso… -.
Sobre el pollo, me parece infravalorado para todo lo que hace. Al ver el trailer todo el mundo se queda con el cerdo, que es un irrelevante, cuando lo importante es el pollo. Obviamente esto es más marketing que otra cosa, ya que Pua es una mascota bonita, adorable y achuchable y, aunque no tenga tanto carácter como Heihei, vende más – especialmente de cara al merchandising -. Pues yo me quedo mil veces con el pollo.
Una cosa que hay que admitir de la película es que los malos… no son lo suficientemente malos. Por favor, los primeros son un crustáceo gigante y unos cocos asesinos. También la lucha final puede pillarse por los pelos, quizás porque ocurre demasiado rápido y queda casi todo como un suceso de acontecimientos más que otra cosa.
De las canciones, aunque no están al nivel de Let it go, tampoco pongo demasiadas pegas. Es más, algunas son muy pegadizas y, aunque tildan de simplonas, dan juego. Eso sí, la banda sonora en general está muy bien.
En conclusión, Vaiana es una película entretenida que, aunque no hace pensar tanto como Zootrópolis, consigue cumplir su cometido a la perfección. Es más, te deja con ganas de un poquito más.